La comisión técnica que evaluó derrumbes en paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez, en el 1999, hizo importantes recomendaciones para hacer frente a la presión hidrostática en la obra y evitar colapsos futuros.
Los técnicos hicieron énfasis en que las rocas de las áreas excavadas son de buena calidad y que el problema se reduce a un empuje hidrostático que se resuelve con el adecuado drenaje de las corrientes sub-superficiales.
Una recomendación muy puntual fue la construcción de pozos adyacentes a la avenida 27 de Febrero a los fines de mitigar la presión de flujo sub-superficial a las estructuras de hormigón.
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También refirió a algunos puntos donde la roca tiene un bajo modulo elástico, producto de fracturación, presencia de margas o de cuerpos arcillosos, donde el problema se complica extraordinariamente, requiriéndose, además de los drenes, un tratamiento adecuado de la roca vecina, que dependería de los resultados de un detallado estudio geofísico y geotécnico a todo lo largo de las franjas excavadas.
“Se habrán hecho estos estudios y aplicación de las recomendaciones?.
No hay certeza de esto; claro si está que las observaciones eran de conocimiento de cuatro presidentes, seis gobiernos y siete ministros de Obras Públicas que transcurrieron 24 años después de la construcción de este paso a desnivel, entre 1998 y el año 2000.
Estos datos afloran luego de que el pasado fin de semana, fuertes lluvias provocaron el colapso de muros que aplastó la vida de nueve individuos.
OBSERVACIONES Y RECOMENDACIONES
La comisión evaluadora estuvo integrada por Martín Concepción, entonces presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros Arquitectos Agrimensores; Osiris de León, Alexandre Justin, Luís Carpio Montás, Antonio Coco Quezada, entre otros, procurando abarcar todo el ámbito de la ingeniería en ese caso del desnivel de la 27 de Febrero con Máximo Gómez.
Evaluaron y sugirieron lo siguiente:
La colocación de pernos de anclaje insertados en el interior de la roca, solo son efectivos en las áreas constituidas por roca de buena calidad, ya que en las áreas donde la caliza es margosa, fracturada o tiene huecos, esto no funciona adecuadamente.
Es altamente cuestionable la resistencia sísmica del muro, ya que ésta solicitación es generalmente más crítica que la aportada por la presión hidrostática, sobre todo por ser ésta cíclica o reversible.
Hay evidencias de grietas de flexo-tracción en la parte inferior de los techos de los túneles de que los gases de los vehículos están penetrando por estas fisuras, pudiendo oxidar-corroer los aceros de refuerzo.
Realizar un estudio del drenaje pluvial del área circundante a la intersección de las Avenidas 27 de Febrero-Máximo Gómez, haciendo énfasis en los dos grandes colectores interrumpidos en el proceso constructivo del paso a desnivel, tratando de no disponer dichas aguas al subsuelo, mediante filtrantes construidos en la zona de influencia.
Desalojar el agua por la cara frontal de los muros. Esto permitirá disminuir considerablemente la presión de poros en el interior de la roca y consecuentemente eliminar la presión hidrostática que genera sobre el muro; dichas aguas pueden ser producto de lluvias, de eventuales averías en las tuberías y accesorios del acueducto (líneas y válvulas de 48″ 42″, 16″,12″,8″,6″,4″, que se encuentran paralelas y cercanas a dichos muros), o por una conducción inadecuada de las cañerías pluviales.
Los elementos agrietados o rotos deben ser reemplazados por nuevos.
Remover todas las vigas doble T que fallaron, para limpiar su parte trasera de los escombros caídos, ya que estos impiden su reposición.
Si se insiste en forzarla a su lugar, sin remover los escombros, se pueden quebrar las vigas por provocar esto una reacción concentrada en ellas. Colocar grava de relleno detrás y un apropiado drenaje.
Obtener todos los datos geotécnicos, geológicos e hidrológicos, necesarios de las zonas, para conjuntamente con una evaluación de los elementos siguientes: Fundación o soporte inferior, vigas doble “T” y sus anclajes, muro New Jersey superior y otros elementos secundarios, efectuar las recomendaciones estructurales de lugar.
Realización de un inventario de puntos muertos (depresiones, cavernas y sistemas cerrados).
Colocar ventanas, tipo fusibles, previamente diseñadas, a todo lo largo de los muros, como medida de seguridad, para garantizar el desalojo de caudales no previstos en la zona posterior de los muros.
Elaborar un plan maestro de drenaje pluvial para la ciudad de Santo Domingo.
Elaboración de cartografía (mapas) de inundación de la ciudad.
Instalar una red de pluviógrafos y pluviómetros en la ciudad de Santo Domingo.
Diseñar e implementar la solución vial sin riesgos de accidentes con el tráfico y transporte vehicular en el tramo comprendido por las avenidas Tiradentes y Máximo Gómez (nudo avenida Ortega y Gasset). Tomando en cuenta el tránsito peatonal.
Realizar una auditoría ambiental de riesgos para los sistemas de extracción de gases instalados a lo largo del viaducto, y de manera especial los comprendidos entre las avenidas Lincoln y Churchill, con el objetivo de evaluar su diseño, operación-mantenimiento, y del sistema de monitoreo de la calidad del aire.
Todo concreto expuesto a este medio ambiente agresivo, debe ser pintado con un sellador especial.
Revisar y diseñar el sistema de iluminación a lo largo del viaducto, de conformidad con las normas internacionales.