Verónica Abad, vicepresidenta de Ecuador, no se podría presentar en la oficina de la Embajada del país sudamericano en Tel Aviv en el plazo fijado por el decreto firmado el pasado lunes por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, según se anunció en un comunicado.
“Por la decisión tan apresurada en el decreto N. 61 de imponer sobre la ley la fecha 10 de diciembre para que yo esté en Tel Aviv, les ha sido imposible a las diferentes instituciones como: Cancillería, Ministerio de Finanzas y otras entidades, encontrar una figura legal y existen varias inconsistencias”, explicó Abad en el comunicado publicado en sus redes sociales, agregando que aún no tiene un billete de avión.
Sin embargo, la vicepresidenta ratificó su disposición para cumplir con la orden de Noboa y encabezar la misión diplomática como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria ante el Estado de Israel.
El pasado 24 de noviembre, Noboa asignó a la vicepresidenta la única función de ser “colaboradora de la paz y precautelar [al] escalamiento de la conflictividad entre Israel y palestina”, decisión que, aunque generó el rechazo de Abad, fue aceptada para no ser acusada de abandonar el cargo.
Al mismo tiempo, Abad recriminó al presidente ecuatoriano de enviarla fuera del país a propósito, como resultado de un alejamiento entre ambos políticos en los últimos meses.
El pasado miércoles, se hizo pública una extensa carta de 17 páginas que Abad dirigió a Noboa, en la que le pedía aclarar varios puntos legales relacionados con su nombramiento. En concreto, Abad preguntó sobre su remuneración salarial y bajo qué régimen laboral se desempeñará, ya que fue elegida en las urnas para ser vicepresidenta y no embajadora.