Roma, EFE.- El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, aseguró que su país “no está implicado en operaciones ofensivas”, en relación con las explosiones registradas esta madrugada en Irán, al concluir el G7 de Exteriores en la isla italiana de Capri, que abogó por una desescalada de las tensiones en Oriente Medio.
“No participamos en ninguna operación ofensiva. Lo que puedo decir es que estamos trabajando en la desescalada. No quiero decir nada más, no estamos implicados”, dijo en una rueda de prensa tras la reunión de los ministros de las democracias más ricas del planeta.
Blinken destacó que el G7 “trabaja unido para poner fin al conflicto de Gaza, facilitar más ayuda humanitaria y conseguir la liberación de los rehenes de Hamás”, y añadió que el grupo islamista es “lo único que se interpone” para lograr un alto el fuego en la franja.
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Dijo que están “comprometidos con la seguridad de Israel”, pero insistió en que lo más importante es “evitar la escalada y pedimos a todas las partes que controlen sus acciones”.
Sobre eso “hemos sido muy claros, no podemos estar a favor de una operación en Rafah”, reiteró respecto a la operación que Israel quiere lanzar en ese territorio palestino.
Blinken también se refirió a Ucrania: “nuestro apoyo ha quedado muy claro” y aseguró que el presidente ruso, Vladimir Putin, “creía que perderíamos la paciencia”, pero su agresión a Ucrania ha dado lugar a “la mayor unidad de los países del G7 y de la OTAN en 50 años“
Aún así, “es imperativo que haya más recursos” para Kiev, “si no, no lo conseguirá” y mencionó la necesidad urgente de “sistemas defensa aérea, artillería y munición”.
Blinken también se refirió a China, a la que acusó de “alimentar” el conflicto en Ucrania ayudando a Rusia.
“También nos hemos concentrado en extender la mano a nuestros socios del Pacífico, pues el apoyo de China a Rusia demuestra que la seguridad del mundo está interconectada”, explicó.
China y Rusia mantienen “una relación bilateral, están en contacto desde hace mucho tiempo” y, aunque “no hemos visto una provisión directa”, si se ha hecho de “componentes clave de la industria de defensa”, lo que ha ayudado a Rusia a “reconstruir su capacidad de defensa”.
“Rusia no es solo una amenaza para Ucrania, sino para Europa”, agregó Blinken, que acusó a Pekín de “apoyar esa amenaza a la seguridad europea” y al mismo tiempo mantener “relaciones amistosas” con los países europeos.