Un avión de Delta Air Lines experimentó un incendio justo después de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, según se evidenció en un video publicado en Twitter. El 6 de abril, cuando un Airbus A321 que llegaba a Estados Unidos de Cancún, México. fue conectado a la red eléctrica del terminal, se produjo un cortocircuito que desató llamas directamente bajo la cabina del piloto, informó Newsweek.
Este evento no solo obligó a una evacuación total de los pasajeros y la tripulación, sino que además ha resaltado la importancia de las medidas de seguridad en la industria de la aviación, que ha estado bajo un escrutinio incrementado tras varios incidentes de seguridad reportados este año.
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Un testigo, Ashwin Menon, un ingeniero de software que regresaba a Seattle con su esposa después de unas vacaciones, relató a KOMO News cómo se desató el pánico entre los pasajeros al percatarse de la necesidad de evacuar.
“Creo que la gente respondió a eso con pánico, hubo un poco de empujones en los pasillos para llegar a la salida”, dijo Menon, aunque destacó que “el proceso de evacuación fue bastante fluido en general”. La prontitud y eficacia en la reacción de pilotos, asistentes de vuelo, bomberos, personal de tierra y policía fue crucial para gestionar la situación.
Las imágenes captadas muestran cómo los pasajeros, después de ser instruidos por la tripulación, caminaron hacia el ala del avión para luego deslizarse por las rampas de emergencia hacia la seguridad de la pista.
“Fue como simplemente saltar, saltar a las rampas y en un par de minutos, todos estaban fuera”, compartió Menon, subrayando su sorpresa por mantener la calma durante la emergencia a pesar de su temor a volar. Aproximadamente dos tercios de los 189 pasajeros hicieron uso de las rampas inflables, mientras que el resto ya había desembarcado por el puente de pasajeros.
Delta Air Lines, en un comunicado, reiteró su compromiso con la seguridad, mencionando que “por precaución, se desplegaron las rampas y los pasajeros a bordo desembarcaron por la parte trasera de la aeronave”.
La rápida respuesta no solo evitó lesiones graves entre los pasajeros y la tripulación sino que también sirvió como un recordatorio sobre la importancia de las acciones preventivas en situaciones de emergencia. “Es mejor tener un poco de inconveniente que algo que podría haber sido peor”, expresó Perry Cooper, un portavoz de SEA, en declaraciones para el New York Post.
Tras el incidente, el avión fue retirado de servicio para una inspección detallada y mantenimiento. La conexión eléctrica que causó el cortocircuito fue reparada y ya funciona normalmente, asegurando que incidentes similares puedan ser prevenidos en el futuro. La actuación calma y organizada tanto de la tripulación como de los pasajeros fue elogiada ampliamente, destacando la importancia de la capacitación en seguridad y la preparación frente a emergencias.
Actualmente, se está llevando a cabo una investigación para determinar la causa exacta del incendio. La Administración Federal de Aviación no ha proporcionado comentarios adicionales de inmediato, pero se espera que los hallazgos contribuyan a mejorar aún más las medidas de seguridad aeronáutica.