El té es una de las bebidas más antiguas y acompaña a la humanidad desde hace mucho tiempo. Originario del noreste de la India, el norte de Myanmar y el suroeste de China, el té juega un papel crucial en la cultura de muchas sociedades y en la economía global.
Este año, el Día Internacional del Té destaca el papel fundamental de las mujeres en la industria del té, con un foco claro: promover una producción sostenible para garantizar que esta bebida siga beneficiando a las personas, las culturas y el medio ambiente “del campo a la taza” por generaciones.
La infusión, proveniente de la planta Camellia sinensis, es tanto una bebida placentera y culturalmente significativa, como también una fuente de beneficios para la salud. Y vale la pena celebrar.
Cuáles son los beneficios del té
Tomar té, una bebida que ha sido parte de diversas culturas durante milenios, ofrece múltiples beneficios para la salud. Sus numerosos atributos hacen de esta bebida una opción saludable y popular en el mundo entero. Aquí, las ventajas:
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares: el té contiene antioxidantes como los polifenoles y las catequinas, que ayudan a combatir el daño oxidativo en las células, reduciendo la inflamación y el riesgo de enfermedades cardíacas. Investigadores de la Universidad de Southampton realizaron un amplio estudio sobre el consumo de café y té, y concluyeron que ambas bebidas favorecen la salud del corazón. A su vez, los expertos señalaron que el consumo regular de estas infusiones puede reducir el riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas.
- Mejora de la función cerebral: el té es rico en cafeína y L-teanina, cuya combinación de compuestos mejora el rendimiento cognitivo y la concentración, lo que favorece un funcionamiento cerebral más eficiente. La cafeína es un estimulante que puede aumentar el estado de alerta, mejorar el enfoque y reducir la sensación de fatiga. Por otro lado, la L-teanina es un aminoácido que promueve la relajación sin causar somnolencia, facilitando un estado de alerta relajado. Una investigación llevada a cabo por científicos de Estados Unidos y Canadá demostró que la cafeína ayuda a mejorar la atención y a mantener un estado de vigilia, además de agilizar el tiempo de reacción. Sin embargo, es importante considerar que consumir grandes cantidades de cafeína puede generar nerviosismo y excitación, lo que podría afectar negativamente el rendimiento.
- Reduce el riesgo de diabetes. El té contiene polifenoles y catequinas, compuestos antioxidantes que ayudan a mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de glucosa en sangre. Estos antioxidantes también combaten el estrés oxidativo, que puede dañar las células y contribuir al desarrollo de la diabetes. Además, algunas variedades de té, como el té verde y el té negro, tienen efectos antiinflamatorios que pueden proteger el páncreas, el órgano responsable de la producción de insulina. Un estudio presentado por científicos chinos en la European Association for the Study of Diabetes encontró que las personas que consumían al menos cuatro tazas al día tenían un 17% menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Favorece a la pérdida de peso. Las catequinas, compuesto presente en el té, pueden aumentar el metabolismo y promover la quema de grasas. Algunos estudios indican que la combinación de cafeína y catequinas en el té podría ayudar a quemar más calorías y grasas. Sin embargo, aún no está claramente establecido si esto tiene un efecto significativo en la pérdida de peso. De acuerdo a la nutricionista Katherine Zeratsky, experta de The Mayo Clinic, el té es una opción popular para aquellos que buscan evitar el aumento de peso, ya que es naturalmente libre de calorías, siempre que no se le añadan leche o azúcar.
- Mejora la digestión y salud intestinal. Esta bebida posee polifenoles y taninos, que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Estos compuestos pueden ayudar a reducir la inflamación en el tracto digestivo, lo que facilita una digestión más cómoda y eficiente. Además, ciertos tipos de té como el de menta, de jengibre o verde, tienen propiedades carminativas que ayudan a aliviar el malestar estomacal, la hinchazón y los gases.
- Disminuye el estrés. Muchas variedades de té contienen L-teanina, un aminoácido que tiene efectos relajantes y que puede promover un estado de calma sin inducir somnolencia. La L-teanina aumenta la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que están asociadas con la sensación de bienestar. Además, el acto de preparar y beber té puede ser un ritual calmante en sí mismo. “Tomarse unos minutos más para simplemente sentarse con una bebida caliente también es relajante”, sostiene la experta de The Mayo Clinic.
- Promueve la longevidad. Un estudio publicado en Annals of Internal Medicine reveló que las personas en el Reino Unido que consumían dos o más tazas de té al día presentaban un menor riesgo de muerte durante un seguimiento de más de una década. La investigación, realizada por investigadores del National Cancer Institute, abarcó a medio millón de participantes, que consumían té negro. Anteriormente, los estudios que mostraban una mayor longevidad entre los bebedores de té se habían enfocado principalmente en el consumo de té verde en Asia.
¿Cómo impacta el cambio climático en la producción de té?
La producción de té enfrenta numerosos desafíos ante el cambio climático ya que es extremadamente sensible a los cambios en las condiciones de cultivo, y es viable solo en ciertas regiones agroecológicas específicas. Por esta razón, su cultivo está limitado a un pequeño número de países, muchos de los cuales están experimentando los severos impactos del cambio climático.
De acuerdo a información de la FAO, Alteraciones en los patrones de temperatura y precipitación —incluyendo incrementos en inundaciones y sequías— ya están afectando negativamente los rendimientos, la calidad y los precios del té, lo que a su vez reduce los ingresos y amenaza los medios de vida rurales.
Estos efectos del cambio climático probablemente se intensificarán, según sostienen los expertos de las Naciones Unidas, lo que subraya la necesidad de implementar medidas de adaptación con urgencia. Al mismo tiempo, hay un consenso creciente sobre la importancia de reducir las emisiones de carbono en la producción y elaboración del té como parte de los esfuerzos para mitigar el cambio climático.
En este sentido, las instituciones instan a los países productores de té a incorporar en sus estrategias de desarrollo nacional los desafíos que presenta el cambio climático, enfocándose tanto en la adaptación a sus efectos como en la reducción de sus consecuencias.
El té más allá de la taza
El té ha trascendido su tradicional papel en el ritual cultural del “five o’clock tea” (aquel que se toma a la tarde) para convertirse en una bebida versátil, apta para ser disfrutada en cualquier momento y lugar.
En ese tono, en un giro innovador, hay bartenders y mixólogos que están explorando nuevas tendencias al incorporar diversas variedades de té en sus creaciones de tragos sin alcohol, dando lugar a una dinámica distintiva ¿Un ejemplo? Los blends de Cachamai O’clock, que añaden aromas y sabores mediante combinaciones entre las que se encuentran notas de chocolate, canela, hibiscus y bergamota. El objetivo, en cualquier caso, es enriquecer el perfil sensorial y lograr una experiencia sofisticada y sorprendente aprovechando las bondades del té.