El viceministro de Gobierno de Ecuador, Esteban Torres, afirmó hoy que sería “nefasto” que la vicepresidenta Verónica Abad, asumiera el poder mientras el actual mandatario, Daniel Noboa, se presenta a la reelección en 2025.
“Hoy quieren destituirme a cuenta cabal”, aseguró Abad en una entrevista al diario La Hora, donde se refirió a un pedido que se tramita en el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
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Abad, a quien Noboa envió de embajadora a Tel Aviv para mediar por la paz en Gaza, lo que escenificó un distanciamiento, afirmó que “el hostigamiento y el maltrato es clarísimo”.
“No les ha bastado con hacer todo lo que hicieron desde el destierro a Israel y todos los decretos de los que he sido víctima, decretos inconstitucionales”, aseveró Abad, a la que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana instó a no realizar declaraciones públicas sin instrucciones previas.
Abad no descarta su destitución
La vicepresidenta también afirmó que detrás de esto está el Gobierno, incluido Noboa, “porque él es la cabeza” y añadió que se ha excedido en todo límite.
Abad declaró que no descarta que la sustituyan por no haber cumplido la misión de lograr la paz en los seis meses que lleva en Tel Aviv.
Asimismo, dijo que la detención de su hijo Sebastián Barreiro por un presunto caso de oferta de tráfico de influencias en las oficinas de la Vicepresidencia es parte de ese hostigamiento.
“Lo he denunciado y lo vuelvo hacer. Es ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos). Es una persecución”, manifestó Abad, para quien su hijo “es inocente y demostrará su inocencia”.
Diferencias antes de la Presidencia
El distanciamiento entre Noboa y Abad comenzó desde la misma campaña electoral, marcado por una serie de declaraciones de la entonces candidata a vicepresidenta que, aparentemente, no gustaron a Noboa, con quien nunca coincidió en algún encuentro público en toda la campaña de la segunda vuelta.
Una vez electos, Abad realizó una gira internacional a título propio donde se reunió en Madrid con el presidente de Vox, Santiago Abascal; en Lima con el entonces primer ministro de Perú, Alberto Otárola, y en El Salvador se fotografió con su presidente, Nayib Bukele, durante la celebración del concurso de belleza Miss Universo
