La normalización de los itinerarios de vuelo en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en la vecina isla de Puerto Rico, luego de la falla global de computadoras y dispositivos que corren el sistema operativo Windows de Microsoft que sorprendió al mundo ayer, podría tomar todo el fin de semana, reconoció Nelman Nevarez, director de Operaciones de Aerostar Airport Holdings, el operador privado de la principal instalación aeroportuaria de Puerto Rico.
Pese a que el fallo tecnológico de CrowdStrike se resolvió ayer rápidamente, los efectos que ha tenido han sido multiplicadores, afectando la operación de comercios, entidades de gobierno y gestiones personales, en todo el mundo y en la Isla.
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De acuerdo con Antonio Ramos Guardiola, principal ejecutivo de la Oficina de Innovación e Información del gobierno (Prits), la avería fue ocasionada por un parcho que fue aplicado al sistema de CrowdStrike, herramienta que se utiliza para monitorear el comportamiento de los dispositivos.
Mencionó que desarrollaron una guía de remediación para que las agencias gubernamentales eliminen los archivos inválidos de sus servidores y reestablecieran el funcionamiento de sus sistemas. Entre las agencias y entidades que reportaron interrupciones está el Centro de Servicios al Conductor (CESCO), LUMA Energy, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, y el municipio de Vega Baja, entre otros.
José Arroyo, socio de Bartizan Security, explicó que, aunque no esta no es la primera vez que ocurren eventos similares, en esta ocasión, “aparentemente el parcho era tan fuerte que trancó operaciones legítimas, y al trancar operaciones legítimas, entonces algunos sistemas dejan de funcionar y causa que haya problemas para las personas que están utilizando el producto en particular, lo que causa que se paralicen funciones”.
Por su parte, Wanda Pérez, presidenta de la Alianza Puertorriqueña de Telecomunicaciones (APT) de Puerto Rico, informó que en horas de la mañana algunas de las compañías aliadas habían tenido problemas con transacciones de clientes, incluyendo pagos.
Con información de El Vocero y El Nuevo Día
