El Gobierno ha mostrado serias dificultades para salir al paso al ser cuestionado por la visita de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a España en enero de 2020 y de la reunión que mantuvo en el aeropuerto madrileño de Barajas con el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, hoy al borde de la imputación por su presunta vinculación en el caso Koldo.
Frente a las nuevas consideraciones, la hemeroteca destapa otras contradicciones en lo relativo a la normalización de la figura de Delcy Rodríguez, pues el Gobierno llegó a sacar pecho de que podía reunirse con “personas sancionadas”, a pesar de que Moncloa ahora se haya desmarcado del encuentro “privado” entre Ábalos y Rodríguez, y deposite toda la responsabilidad en quien fuera una de las piezas claves del Gobierno de Sánchez.
En concreto, en abril de 2021, meses después de la polémica reunión entre el exministro socialista y la número dos de Maduro, el Gobierno plasmó en una respuesta al PP a una pregunta escrita que “las sanciones de la Unión Europea -que cuentan con el apoyo de España- no contemplan la prohibición de reuniones con personas sancionadas”. Los populares preguntaban por la opinión del Ejecutivo acerca de si consideraba adecuado que una persona sancionada por la Unión Europea, como es Delcy Rodríguez, participara en la Cumbre Iberoamericana de Andorra en aquellas fechas.
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Aunque su intervención fue telemática, el Gobierno defendió la posibilidad de reunirse con la vicepresidenta venezolana y destacó que, en “la Decisión y el Reglamento de la Unión Europea que regulan esta materia, se prevé la posibilidad de establecer excepciones a algunas de las prohibiciones incluidas en las sanciones pertinentes en aquellas ocasiones en las que se trate de facilitar contactos orientados a la búsqueda de salidas a la crisis”.
La versión de Sánchez en 2020, desmentida por la UCO
El nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, remitido al juez de la Audiencia Nacional que investiga la trama del cobro de comisiones en la compra de mascarillas al inicio de la pandemia, pone en entredicho las diferentes versiones que el Ejecutivo, con Pedro Sánchez a la cabeza, dio hace más de cuatro años, cuando este asunto saltó a la palestra.
Cabe recordar que la visita no solo fue controvertida por tratarse de un miembro del régimen de Nicolás Maduro, ya que Rodríguez tiene prohibido pisar suelo europeo desde 2018. La dirigente venezolana fue incluida en la lista de sancionados de este país al entender que “ha menoscabado la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela, incluyendo la usurpación de poderes de la Asamblea Nacional y su uso para atacar a la oposición e impedir que formen parte del proceso político”, tal como establece una resolución del Consejo de la Unión Europea.
Frente al argumento de que “Ábalos hizo su deber, que fue evitar una crisis diplomática con su intervención” al tratar de impedir que Rodríguez bajara del avión y pisara suelo español, como defendió Sánchez en el Congreso en 12 de febrero de 2020 y reiteró posteriormente en otras ocasiones tanto en la Cámara Baja como en el Senado, la UCO constata que la visita de Rodríguez no fue sorpresa: Ábalos lo avisó cuatro días antes y Sánchez le dio el visto bueno.
“Para terminar de molestarte, la vicepresidenta de Venezuela viene en viaje privado el próximo lunes y quiere verme discretamente. La gestión que acordamos con empresas españolas ha permitido que Duro Felguera cobre una deuda importante”, anunció Ábalos en una lista de tareas remitida a Sánchez por Whatsapp, a lo que el presidente del Gobierno respondió con un “bien”. No obstante, una vez trascendió esta inédita conversación, el propio Sánchez restó este viernes importancia a la gestión del Gobierno en el “no viaje”.
“Ábalos me informó de esta visita privada de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a España y cuando el Gobierno de España se percató de que había unas sanciones individuales a la vicepresidenta de Venezuela, efectivamente se canceló esa visita”, agregó Sánchez desde Roma. De hecho, en Moncloa dan a entender que el líder del Ejecutivo fue engañado por el extitular de Transportes, sustituido de manera inesperada en la remodelación del Gobierno de julio de 2021.
Diferentes versiones de Ábalos
Pero antes de que Ábalos dejara de ser una figura indispensable para Sánchez tanto en el Gobierno como en el PSOE (como secretario de Organización del partido), el líder socialista había dado la cara por el exministro, a pesar de que este llegó a dar diferentes versiones sobre la reunión. De primeras, negó que fuese al Aeropuerto de Barajas a recibir a Delcy Rodríguez porque a quien iba a recibir era a su íntimo “amigo” Félix Plasencia, ministro de Turismo venezolano.
Aunque dijo que no saludó a la dirigente del régimen chavista, más tarde explicó que sí la había saludado, pero de una manera rápida y protocolaria. También, que fue el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien le mandó con la misión de no hacerla bajar del avión. Después, admitió que se reunió con ella dentro del avión, aunque sí bajó de la aeronave, pero sin pisar suelo español, ya que la sala VIP de Barajas, donde supuestamente pernoctó la vicepresidenta venezolana tras aterrizar en el aeropuerto internacional, no es espacio comunitario.
Más allá de pintar esta acción como una suerte de misión diplomática, el informe de la UCO revela que sí había una intención del Gobierno de reunirse con la número dos del Ejecutivo de Maduro, aunque la unidad del instituto armado no ha podido constatar que Duro Felguera cobrara la supuesta deuda a la que se refiere el exministro en su mensaje a presidente del Gobierno.
Se da el caso de que la dirigente venezolana aparece en otro pasaje del informe de la UCO, en el que relata que el comisionista de la trama, Víctor de Aldama, “tenía relación directa” con Delcy Rodríguez, con quien negoció la compraventa de 104 lingotes de oro por 68 millones de dólares. Y estas conversaciones se produjeron en los días previos a la polémica visita de la vicepresidenta a España, orquestada por Aldama. El comisionista “se habría valido de las más altas instancias del MITMA (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) para organizar este viaje”, según la UCO.
Después de que Sánchez diera el ok, Ábalos mandó la captura de la conversación a Koldo García, que le contestó “Cuánto te quiero”, a los que el exministro de Transportes replicó: “Ya ves que no me ha dicho nada, pero al menos no pone pegas”.
Días después, Koldo, Aldama y Ábalos recibieron a la dirigente de Venezuela en el Aeropuerto de Barajas, un encuentro “privado” del que, según Moncloa, tendrá que rendir cuentas Ábalos. Lejos del acompañamiento del Gobierno a quien un día fue parte de él, Sánchez se apartó oficialmente este viernes de Ábalos y prometió que “no va a haber impunidad” si se confirman casos de corrupción en el seno de su Ejecutivo.
Fuente: Infobae
GG