Por Raúl Germán Bautista.- El informe oficial del Banco Central de la República Dominicana establece que en lo que va de año, hasta agosto, han ingresado al país 24,669 turistas con nacionalidad de Ucrania.
Esta es una cifra a destacar, porque a pesar del conflicto bélico contra Rusia, ellos representan la octava mayor cantidad entre los 751,075 visitantes no residentes que provienen desde Europa; solo están por detrás de Reino Unido (123,687), Francia (115,007), España (88,795), Alemania (84,927), Italia (69,023), Portugal (43,692) y Polonia (41,478).
Y luego de los ucranianos están: Suiza (20,042), Holanda (17,454), Bélgica (16,840), Rusia (15,471), Rumania (13,288), República Checa (10,187), Austria (8,384), Bulgaria (5582), Hungría (5267), Irlanda (3855), Suecia (2390), Grecia (2425), Dinamarca (1978), Noruega (1696), Finlandia (1157) y Luxemburgo (819). 33,562 son de otros países europeos juntos.
Hasta agosto de este año, habían llegado al país 6 millones 625 mil 201 pasajeros no residentes, por vía aérea, quienes consumieron unos 167 dólares (RD$10,088.47) por cabeza, durando aquí un poco más de siete días en promedio.
En enero, llegaron 859 mil 977; en febrero, 810 mil 977; en marzo, 900 mil 481; en abril, 779 mil 871; en mayo, 745 mil 513; junio, 831 mil 826; en julio, 914 mil 411; y agosto, 782 mil 145.
Marzo y julio fueron los meses que sobrepasaron los 900 mil turistas y no estuvieron tan lejos de llegar al millón de ellos. Solo por el Aeropuerto Internacional Las Américas “José Francisco Peña Gómez”, han ingresado un millón 840 mil 511.
Por el Aeropuerto Internacional de Puerto Plata han llegado 318 mil 027 pasajeros. Por el aeropuerto de Punta Cana han entrado 3 millones 561 mil 703. Por el de La Romana, 58 mil 788. El María Montez ha recibido 376 visitantes. Por el Aeropuerto Internacional del Cibao, 782 mil 682. Por el Aeropuerto Internacional La Isabela, 24 mil 973. Aeropuerto Internacional del Catey (Samaná), 38 mil 141.
INVASIÓN RUSA.-
La invasión rusa a Ucrania, también conocida como “la guerra de Ucrania”, inició el 24 de febrero de 2022, y se trata del mayor ataque militar convencional en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Gustavo Wajsman y Gregorio González, especialistas en inteligencia estratégica, consideran que para Rusia la adhesión de Ucrania a la OTAN suponía (y supone) un riesgo para su soberanía e influencia sobre este Estado, pues en los últimos años los mandatarios ucranianos han tenido mayor afinidad a las políticas occidentales, dejando a un lado su estrecha relación con el Kremlin de Moscú.
Ya que la OTAN es una organización que vela por los intereses de Estados Unidos, pone en riesgo la soberanía territorial de Rusia y, al tener frontera con varios países aliados de esta organización, los hace sentir vulnerables frente a una posible hostilidad.
Agregan que, desde la perspectiva rusa, la guerra ha sido una consecuencia lógica de los hechos que percibe como agresiones, que han emprendido tanto Ucrania como los Estados occidentales, entre los que incluyen de forma directa a la OTAN y sus miembros más destacados, y a los Estados Unidos de forma singular, para crear un entorno de amenaza y posible peligro existencial, tanto para el Gobierno ruso como para la sociedad rusa en su conjunto.
El papel de China en esta guerra es uno de los elementos claves que determinará la evolución de este conflicto. China considera la guerra un problema interno en Europa, en el que les resulta incómodo hablar y que no tiene la mínima intención de involucrarse ni actuando ni como mediador.
Su preocupación es que la guerra deteriore el crecimiento económico y considera esencial que Rusia sobreviva a las sanciones económicas impuestas, pero, sobre todo, que su enorme vecino no se convierta en un estado fallido u “occidentalizado”.
Europa, agregan, por otro lado, tiene un gran problema de dependencia de materias primas energéticas rusas, destacando España (45% sobre el consumo final de energía), Alemania (34%), Francia (37,1%), Italia (31,3%), Finlandia (23%).
Se puede observar la tensión es este aspecto en que Alemania anunció que suspende la entrada en operación del ducto Nord Stream 2, una línea de más de mil doscientos kilómetros de longitud que conecta directamente con Rusia y que corre en paralelo con el Nord Stream 1, un ducto que abastece buena parte de los requerimientos de gas natural de Alemania.
Ambos ductos han provocado desacuerdos en el interior de Europa y con EE.UU por que incrementaron la dependencia del gas ruso y porque limita las tarifas que Ucrania puede obtener por el tránsito del gas en su territorio.
ESCENARIO FAVORABLE A UCRANIA.-
Wajsman y González finalizan diciendo que, desde la perspectiva de Ucrania, se puede analizar como probable evolución a corto plazo, gracias al respaldo de importantes actores internacionales, quienes han apoyado en forma diplomática, informacional, militar y económica a Ucrania, así como han sancionado a Rusia y a otros actores claves, las fuerzas ucranianas han logrado infligir considerables daños a las fuerzas rusas y el presidente ucraniano ha logrado sostenerse en el poder y obligar a su contraparte rusa a negociar en términos más favorables para Ucrania.
Durante las negociaciones, Rusia ha aceptado el retiro de todas sus fuerzas militares de territorio ucraniano y el establecimiento de un régimen especial en las autoproclamadas Repúblicas Independentistas de la Región del Dombás, las cuales aún forman parte de Ucrania.
Sin embargo, Ucrania ha tenido que aceptar tanto que no formará parte de la OTAN, como la anexión de la península de Crimea a territorio ruso. Asimismo, la infraestructura ucraniana dañada viene siendo restaurada con ayuda directa de ciertos Estados y de organismos internacionales, así como con los capitales rusos congelados en países que apoyan a Ucrania.