La prevalencia de diabetes se ha incrementado notoriamente en el mundo. Muchos factores relacionados con el estilo de vida como la dieta y el sedentarismo, entre otros, están asociados al incremento de padecer diabetes tipo dos.
Un estudio publicado en The Journal of Nutrition sugiere que saltearse el desayuno es un factor clave que se asocia a un mayor riesgo de diabetes tipo dos. lo cual se confirma ya que en algunas investigaciones anteriores se había sugerido una asociación entre omitir el desayuno y padecer diabetes tipo dos.
Este estudio se basó en una revisión sistemática de seis investigaciones a largo plazo de personas adultas que se “salteaban” esta comida y con qué frecuencia lo hacían y que desarrollaron diabetes tipo dos.
Se consideró en el análisis la influencia que tiene el Índice de masa corporal (IMC) y la asociación entre saltearse el desayuno y el riesgo de desarrollar diabetes tipo dos.
Los resultados indicaron que el riesgo de tener diabetes tipo dos se incrementa cada vez que una persona omite un desayuno, y es mayor el riesgo si se saltan de cuatro a cinco desayunos por semana. Sin embargo es el mismo riesgo si se omiten cuatro a cinco desayunos o más.
Asimismo, hay otros factores que se encontraron en esta investigación que podrían estar asociados a incrementar el riesgo de padecer diabetes tipo dos, además de la obesidad.
Una valiosa sugerencia de este estudio es que recomienda a futuras investigaciones enfocarse en la calidad del desayuno y así evaluar qué tan perjudicial para la salud podría ser tener un desayuno no saludable.
Y poder responder a esta pregunta: ¿sería mejor tener un desayuno no saludable que saltearse el desayuno?
Haciendo una reflexión, con base a estos hallazgos, sería mejor tomar siempre un desayuno equilibrado, que contenga alimentos que proporcionen proteínas, por ejemplo: lácteos (leche baja en grasa, queso bajo en grasa, yogur bajo en grasa y azúcar) o bien claras de huevo. O incluir una proteína vegetal como nueces o semillas, o bien una legumbre como frijoles.
Como fuente de energía es deseable que se incluya en el desayuno granos enteros, como por ejemplo avena, u otro cereal integral sin azúcar añadida.
Y que además el desayuno debe incluir frutas o vegetales por su aporte en vitaminas y minerales.
Se debe evitar en la dieta diaria carne roja, carne procesada (salchicha, jamón, salami, etc.), alimentos fritos, así como azúcares o productos que la contengan y bebidas azucaradas incluso omitir añadir azúcar al café.
Desayuna siempre, elige un desayuno equilibrado y evita saltarte el desayuno pues podrías incrementar el riesgo de padecer diabetes tipo dos.
Fuente: Externa