Por Raúl Germán Bautista.- La historia del béisbol de Grandes Ligas no recoge el hecho de que algún equipo haya regresado de un déficit 0-3, en la Serie Mundial, y haya ganado el “Clásico de Otoño”.
En la Serie Mundial se produce un enfrentamiento entre un equipo de la Liga Nacional y de la Americana; esta vez representados por los Dodgers de Los Ángeles (LN) y los Yankees de Nueva York.
La perspectiva del juego número 5 trae un choque entre Jack Flaherty (Dodgers) y Gerrit Cole (Yankees). Cole acumula 1 victoria sin derrotas en esta postemporada con una efectividad de 2.82 y 16 ponches.
De su lado, Flaherty presenta un récord de 1 victoria y 2 derrotas, con una efectividad de 6.10 y 14 ponches. En el primer juego, permitió 2 carreras en 5.1 entradas con 6 ponches.
Para este encuentro, sin lugar a dudas que los Yankees salen con una ligera ventaja, ya que llevan mejor lanzador y juegan en su casa, sin obviar que la “presión es de ellos”, porque no tienen un mañana.
Entonces, si los Yankees logran ganar el partido de esta noche (30 de octubre), todavía tienen que ir a nadar contra corriente en el Dodger Stadium.
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Sin duda alguna, que no es tarea fácil, pero aun así siempre hay una primera vez para establecer nuevos récords.
Estando 0-3, se pronosticaba una barrida. Ya con el triunfo de los Yankees, entonces, se preguntan los analistas si los Mulos podrán hacer historia en el “Clásico de Otoño” y regresar de un 0-3, así como lo hizo Boston contra ellos, en el 2004 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Boston, luego de caer 0-3 ante los Yankees, se levantó como el ave fénix y derrotó a los favoritos Yankees de Nueva York. En ese mismo año, ganaron la Serie Mundial también.
CADA PARTIDO.-
En el primer juego de la Serie Mundial, los Esquivadores ganaron 6-3, en 10 entradas, el partido con un cuadrangular con bases llenas de Freddie Freeman, ante los lanzamientos de un fuera de forma Néstor Cortés.
Este batazo fue para dejar en el terreno de juego a los Mulos del Bronx, llamado en el argot de la pelota “walk-off”. Con eso, los Dodgers arruinaron una brillante salida de Gerrit Cole, quien lanzó seis entradas de una carrera, sometiendo al orden a los bateadores.
Algunos analistas cuestionaron la forma en que el manager de los Yankees, Aaron Boone, dirigió el partido, que estuvieron a un out para ganar.
El segundo juego marcó una tendencia: Yoshinobu Yamamoto maniató a los bates contrarios, menos a Juan Soto, quien le conectó un cuadrangular. El partido terminó 4 carreras por 2 a favor de los Dodgers.
En el tercer partido, en el Yankee Stadium, los Dodgers ganaron 4 carreras por 2, colocando la serie 3-0 a favor de los Dodgers de los Ángeles.
En el cuarto encuentro, los Yankees dieron señales de vida y ganaron ampliamente 11 carreras por 4. La serie está 1-3 a favor de los Dodgers.
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