SANTIAGO DE CHILE. – El presidente de Chile, Gabriel Boric, encabezó este martes el inicio de la Navidad junto a la comunidad palestina en Santiago en una ceremonia donde recalcó su posición frente a la guerra en la Franja de Gaza: «Cuesta entender la retórica de los derechos humanos si a la vez se vendan los ojos frente al genocidio».
«No vamos a ser espectadores pasivos, no lo hemos sido ni lo seremos ante tanta injusticia y dolor que se dirige conscientemente contra niños, niñas, mujeres, personas mayores, personas inocentes de cualquier edad”, insistió el mandatario chileno.
Khamis instó al mundo político chileno a aprobar un proyecto de ley presentando en el Senado que apunta a «prohibir la importación de productos de colonias y territorios ocupados y que fue patrocinado por un grupo absolutamente transversal de parlamentarios”.
“Su urgente aprobación no solo podría traerle alivio a la población Palestina, sino que pondría a Chile como el primer país del mundo en tomar medidas concretas en contra de la ocupación”, concluyó, a lo que el propio Boric respondió que la propuesta seria estudiada.
Chile, que alberga una de las comunidades palestinas más grandes fuera del mundo árabe, reconoció a Palestina como un Estado «libre, independiente y soberano» en 2011, durante el primer Gobierno del conservador Sebastián Piñera (2010-2014).
Boric, reconocido defensor de la causa palestina, ha calificado en reiteradas ocasiones de «barbarie» y «violencia criminal» la ofensiva israelí en Gaza.
Junto a México, Chile presentó ante el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) una solicitud para que se investiguen probables crímenes de guerra, en el marco del conflicto entre Israel y Hamás, que ha derivado en una orden de detención internacional en contra del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Además, el país suramericano se sumó el pasado 12 de septiembre a la acusación de genocidio contra Israel que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia, el máximo tribunal de Naciones Unidas que también se encuentra en La Haya.
FUENTE/ EFE
AQ