La madrugada del miércoles fue testigo de una devastadora ola de ataques israelíes en la Franja de Gaza, donde al menos 40 palestinos murieron, la mitad en el área de Jan Yunis, incluyendo ocho personas en la zona humanitaria de Mawasi.
Entre las víctimas en Mawasi se encontraban una madre y sus cuatro hijos menores, quienes fallecieron al ser atacadas dos tiendas de campaña en esta área destinada a refugio humanitario.
En el norte del enclave, 15 personas murieron en tres ataques separados en distintos barrios de Ciudad de Gaza, los bombardeos se dirigieron principalmente contra viviendas habitadas, provocando un alto número de víctimas civiles.
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Los campos de refugiados del centro de Gaza también fueron blanco de ataques. Al menos cinco personas murieron en bombardeos dirigidos hacia estos lugares densamente poblados, donde miles de familias buscan refugio ante la violencia.
El hospital Nasser, el principal del sur de la Franja, se ha convertido en el epicentro del dolor tras recibir 20 cuerpos, entre ellos diez niños y cinco mujeres. Las cifras reflejan la gravedad de los ataques y la vulnerabilidad de los civiles atrapados en el conflicto.
En el barrio de Qizam Rashwan, siete personas, incluyendo cinco menores, murieron en el ataque a una vivienda donde varias familias buscaban refugio. Estas muertes reflejan el impacto devastador en las comunidades locales.
El uso de drones se ha intensificado, dejando un saldo de dos muertos tras un ataque a un vehículo en Jan Yunis. Este tipo de armamento añade una capa de terror constante para los habitantes de Gaza.