La justicia boliviana declaró en rebeldía al ex presidente Evo Morales este viernes, tras su segunda ausencia en la audiencia sobre las medidas cautelares de una investigación en la que se le acusa por el delito de trata de personas.
La audiencia, que duró más de cuatro horas en el Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, culminó con el juez Nelson Rocabado ordenando su arraigo, el congelamiento de sus cuentas, el registro de sus bienes y la emisión de una nueva orden de aprehensión. Al finalizar, la defensa de Morales indicó que solicitará una acción de libertad.
El abogado de Morales, Jorge Pérez, quien también fue ministro durante su gobierno, defendió la inocencia de su cliente, calificándolo de “perseguido político”. Pérez alegó que no se estaba cumpliendo con el debido proceso y destacó que nunca se notificó oficialmente a Morales, lo que hace, según él, ilegal la orden de aprehensión y la imputación formal. Afirmó que el Ministerio Público no cumplió con las formalidades requeridas para la notificación.
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La audiencia había sido inicialmente programada para el 14 de enero, pero fue suspendida tras la presentación de un certificado médico de la defensa que alegaba problemas de salud. El juez le dio un plazo para presentar una valoración médica del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
Previo al inicio de la audiencia, se vivieron tensos momentos en la puerta del Tribunal, donde se congregaron tanto seguidores como detractores de Morales. Los primeros colgaron letreros exigiendo la presunción de inocencia y cuestionando al presidente Luis Arce. Mientras tanto, un grupo de opositores, con rostros cubiertos, pedía justicia. Tras el ingreso de la fiscal y el abogado de Morales, los dos bandos protagonizaron un enfrentamiento verbal.
Este juicio se enmarca dentro de la lucha interna en el Movimiento Al Socialismo (MAS), donde Morales y el presidente Arce disputan el control del partido y del poder estatal. Aunque algunos analistas señalan que esta causa podría llevar a Morales a la cárcel, no consideran que sea la batalla definitiva.
Morales está siendo investigado por los delitos de trata de personas y estupro. La Fiscalía sostiene que en 2016, el ex presidente habría tenido una hija con una adolescente de 15 años, registrando el nacimiento dos años después en Yacuiba, cerca de la frontera con Argentina.
Este hecho es considerado como la evidencia principal del delito, ya que en ese momento Morales tenía 57 años. Además, los padres de la joven están involucrados en el caso, acusados de complicidad y de recibir favores políticos por la vinculación de su hija con el entonces presidente. El padre está detenido, mientras que la madre fue declarada en rebeldía por no presentarse a la audiencia del martes.
Hasta ahora, ni Morales ni su entorno han negado el delito, pero aseguran que el caso es parte de una estrategia del Gobierno para frenar su futuro político.
Infobae
Por: Itzel Olivo
