Decenas de manifestantes irrumpieron este jueves en las oficinas del gobernador del estado mexicano de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, para exigir su renuncia debido a la creciente inseguridad en la capital, Culiacán, y el reciente asesinato de dos niños y su padre.
Los manifestantes culpan a la pugna del narcotráfico y la falta de acción del gobierno estatal por la violencia que azota la región.
El ataque al Palacio de Gobierno
De acuerdo con videos publicados en las redes sociales, los manifestantes llegaron al Palacio de Gobierno y comenzaron a reventar los cristales del inmueble, intentando entrar por la fuerza mientras coreaban consignas como “¡Fuera Rocha!”, “¡Narcogobierno!” y “¡Queremos paz!”.
Estos inconformes formaban parte de una marcha organizada por la sociedad civil en demanda de justicia por el asesinato de los hermanos Gael y Alexander, de 9 y 12 años, quienes fueron muertos junto con su padre el domingo 19 de enero en un intento de robo.
Exigencia de justicia y renuncia del gobernador
Los manifestantes, vestidos de blanco, exigieron al gobernador, quien pertenece al oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que se hiciera cargo de la situación. Como Rocha Moya no estaba en su oficina en ese momento, los manifestantes, enfurecidos, destruyeron paredes y muebles, sin que ninguna autoridad interviniera para detenerlos.
Acusaciones de nexos con el crimen organizado
Los manifestantes también pidieron la destitución de Rocha Moya, acusándolo de tener nexos con el crimen organizado. Además, denunciaron la grave ola de violencia que afecta a Sinaloa, un estado que ha acumulado más de 600 asesinatos desde que estalló la pugna interna entre las fracciones del narcotráfico, tras la detención de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, en los últimos meses de 2024.
La crisis de violencia en Sinaloa
Desde septiembre de 2024, la violencia se ha disparado en Sinaloa debido a la intensificación de la lucha entre los grupos Los Mayos y Los Chapitos, dejando cerca de 900 homicidios en todo el año. Además de los asesinatos, también ha aumentado la incidencia de enfrentamientos, secuestros y desapariciones, lo que ha paralizado las actividades económicas y sociales en la región. Las empresas se han visto obligadas a cerrar, y la asistencia a los centros educativos ha disminuido significativamente.
Con información de EFE.
Por: Yari Araujo
