Por Raúl Germán Bautista.- En el marco del 212 aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte, Adolfo Pérez De León, director de Promese/CAL, destacó su papel como visionario y arquitecto de los valores políticos que cimentaron la República Dominicana.
Según Pérez De León, Duarte no solo lideró un movimiento independentista, sino que diseñó las bases éticas y políticas que guían la identidad nacional dominicana hasta el día de hoy.
DUARTE Y LA INDEPENDENCIA DOMINICANA.-
Hablar de la República Dominicana y su independencia es inseparable de la figura de Juan Pablo Duarte. Más que un héroe nacional, Duarte encarnó el espíritu de libertad, justicia y soberanía. En un contexto histórico plagado de conflictos e intereses externos, su visión iba más allá de la independencia política: se centraba en la construcción de una nación basada en valores duraderos.
LOS PILARES DE LA VISIÓN DUARTIANA.-
La ética, la independencia y la justicia son los pilares que Duarte definió como fundamentales para la construcción de una República Dominicana fuerte y soberana. Según Pérez De León, estos principios siguen siendo una guía imprescindible en el presente, especialmente en tiempos de desafíos políticos y sociales.
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LA IMPORTANCIA DE LAS INSTITUCIONES EN LA VISIÓN DE DUARTE.-
Duarte comprendió que las instituciones sólidas son clave para el progreso de una nación. Su visión del poder como un medio para servir al pueblo, y no como un fin en sí mismo, fue radical para su época y sigue siendo relevante en la actualidad.
“Aunque Juan Pablo Duarte no vio realizado su sueño por completo, su ejemplo perdura. Nos dejó algo más que ideales: una responsabilidad. Ser dominicano implica un compromiso constante con los valores de justicia, igualdad y progreso que él promovió”, explicó.
Concluyó: “En cada aniversario del nacimiento de Duarte, como en este 26 de enero, su legado nos recuerda la importancia de construir una patria donde la libertad, la justicia y la dignidad sean innegociables. Este llamado a la acción invita a los dominicanos a retomar los valores fundacionales que dieron origen a la nación”.
Juan Pablo Duarte es mucho más que un héroe nacional; es el arquitecto del alma política dominicana. Su visión trasciende el tiempo, y su ejemplo sigue siendo una guía para la construcción de un país justo y soberano. En el 212 aniversario de su nacimiento, su legado nos interpela a asumir el compromiso de continuar trabajando por una República Dominicana que refleje los ideales de libertad, justicia e igualdad que él soñó.