Por Marc Mejía
El domingo por la noche, el mundo del cine se paralizó para presenciar un momento histórico. Zoe Saldaña, la talentosa actriz de ascendencia dominicana, cerró con broche de oro una temporada de premios impecable al ganar el premio Oscar por su deslumbrante interpretación en Emilia Pérez. Con esta victoria, Saldaña se une a un selecto grupo de artistas que han logrado la codiciada “temporada perfecta” en el cine, obteniendo los cinco premios más importantes de la industria: el Globo de Oro, el Critics’ Choice, el BAFTA, el Premio del Sindicato de Actores (SAG) y el Oscar, conocidos colectivamente como el “Big Five”.
Un camino forjado en el arte desde la infancia
Antes de brillar en la gran pantalla, Zoe Saldaña encontró su primera pasión en la danza. La disciplina, la elegancia y la expresión corporal del ballet la cautivaron desde temprana edad. Sin embargo, a pesar de su amor por la danza, comprendió que su espíritu artístico no debía limitarse a un solo medio. Con determinación, dejó el ballet para explorar nuevas formas de expresión y encontró en el teatro su siguiente gran pasión. Participó en diversos grupos teatrales y allí comenzó a construir el talento que la llevaría a la cima.
Su primera aparición en la televisión llegó con un episodio de una de las series más icónicas de la época, Law & Order (1999), donde tuvo un papel menor pero significativo como parte de su formación actoral. Poco después, daría su gran salto al cine con Center Stage (2000), donde interpretó a una bailarina, combinando su formación en danza con su creciente destreza como actriz. Fue el primer paso de lo que más tarde se convertiría en una carrera cinematográfica repleta de éxitos y récords taquilleros.
Un camino que comenzó en Cannes
La travesía de Zoe Saldaña hacia la historia comenzó en un escenario legendario: el Festival de Cannes. Allí, Emilia Pérez obtuvo el premio del jurado a la Mejor Interpretación para todo el elenco, un reconocimiento inusual que resaltó la fuerza y el impacto de su actuación. Sin embargo, Zoe no pudo quedarse para presenciar el momento. Debido a compromisos laborales, tuvo que marcharse antes de la ceremonia de premiación, sin imaginar lo que estaba por ocurrir. Cuando su nombre fue anunciado como ganadora, su asombro fue absoluto.
Fue entonces cuando su emoción estalló. En un acto de euforia genuina, Zoe compartió su alegría con sus colegas y con aquellos que han seguido su trayectoria. Recibimos de su padre de crianza, Dagoberto Galán, también miembro de nuestra industria y un gran amigo de este servidor desde hace muchos años, un audio exclusivo que Zoe envió a nuestro grupo de cineastas dominicanos. En él, su felicidad era palpable, y su mensaje no solo expresaba su asombro por el reconocimiento, sino también su agradecimiento a su gente, a quienes han creído en ella desde el principio. Fue un momento íntimo y conmovedor que marcó el inicio de lo que hoy conocemos como su “juego perfecto”.
Cada alfombra roja, un presagio de gloria
Desde que comenzó la temporada de premios con los Golden Globes, cada gala fue una antesala de lo que el destino tenía preparado para Zoe Saldaña. En cada evento, su presencia iluminaba la alfombra roja con elegancia y confianza, deslumbrando a la audiencia y a los críticos por igual. No era solo su atuendo impecable, sino la certeza de que estaba viviendo un momento trascendental en su carrera. Y una y otra vez, al final de cada noche, el destino le otorgaba el máximo galardón, consolidando su camino hacia la historia.
Una actriz de récords
Más allá de sus premios, Zoe Saldaña ostenta otro título que la distingue en la industria: es la actriz con mayor presencia en películas taquilleras en la historia del cine. Su participación en sagas como Avatar, Guardians of the Galaxy y Avengers la ha convertido en una de las figuras más rentables de Hollywood, acumulando miles de millones de dólares en recaudación global. Este logro reafirma su versatilidad y su impacto como una de las artistas más influyentes de su generación.
Una conexión especial con su gente
Previo a que iniciara la temporada de premiaciones, Zoe Saldaña demostró una vez más su cercanía con nuestra comunidad al acceder a una entrevista conjunta con periodistas y críticos dominicanos, en la que este servidor tuvo el honor de participar. Durante aquel encuentro, compartimos nuestras expectativas y le hicimos saber cuánto confiábamos en que este camino estaría lleno de éxitos. Fue un momento genuino en el que ella, con humildad y gratitud, escuchó nuestras palabras de aliento y nos permitió sentirnos parte de este viaje extraordinario.
La temporada perfecta: un logro inigualable
Ganar el Big Five es una hazaña reservada para unos pocos elegidos. Solo un puñado de actores en la historia han logrado conquistar todos los premios más prestigiosos en un mismo año, dejando su nombre inscrito entre los más grandes. Entre ellos figuran intérpretes legendarios como Helen Mirren, Daniel Day-Lewis, Cate Blanchett y Joaquin Phoenix. Con su victoria en los Oscar, Zoe Saldaña se une a esta élite de la actuación, consolidando su lugar en la historia del cine.
Del diamante de béisbol a la alfombra roja: la analogía del juego perfecto
Para los amantes del béisbol, un “juego perfecto” ocurre cuando un lanzador domina cada entrada sin permitir que ningún bateador rival llegue a base. Es un momento mágico, donde la precisión y el talento se alinean en una actuación impecable.
De manera similar, en la industria cinematográfica, un actor que gana el Big Five ha ejecutado una temporada perfecta, dejando huella en cada certamen, sin margen para la derrota. Saldaña ha logrado lo que en el béisbol harían leyendas como Pedro Martínez y Juan Marichal: una racha imparable que la deja inscrita en los anales de la historia.
Al igual que en el deporte, esta hazaña no solo es una prueba de dominio técnico, sino de una entrega total a su arte. Saldaña ha demostrado que el cine, como el béisbol, es un escenario donde solo los más grandes logran la inmortalidad.
Un legado que inspira
El triunfo de Zoe Saldaña no solo es un reconocimiento a su brillante actuación, sino también un mensaje poderoso para las nuevas generaciones de artistas latinos. Su victoria reafirma que el talento y la perseverancia pueden abrir puertas en una industria que, por mucho tiempo, ha carecido de diversidad en sus premios más prestigiosos.
Su nombre ahora brilla con fuerza entre los más grandes, marcando un antes y un después en la historia del cine. Con su “Temporada Perfecta”, Saldaña no solo ha conseguido los más altos honores de la actuación, sino que ha trazado un camino para los que vendrán detrás de ella.
Porque en Hollywood, al igual que en el béisbol, los nombres de los grandes siempre quedan grabados en la historia.
Zoe Saldaña ha logrado su juego perfecto. Y el cine, como el deporte, celebra la excelencia.
