
El activista palestino Mahmoud Khalil, quien lideró las protestas propalestinas en la Universidad de Columbia, fue arrestado el sábado por la noche por las autoridades federales de inmigración en Nueva York. Su detención se produjo tras una orden del Departamento de Estado, que revocó su tarjeta de residencia en Estados Unidos, según su abogada, Amy Greer.
Khalil fue detenido en su apartamento, propiedad de la universidad, por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Según Greer, los agentes inicialmente indicaron que ejecutaban una orden para revocar su visa de estudiante, pero al informárseles que Khalil tenía residencia permanente, aseguraron que también estaban revocando ese estatus.
El arresto ocurre en un contexto en el que el presidente Donald Trump ha prometido deportar estudiantes extranjeros y encarcelar agitadores que participen en protestas contra la guerra en Gaza. La administración ha puesto especial atención en Columbia, anunciando el recorte de 400 millones de dólares en subvenciones por lo que describió como falta de control del antisemitismo en el campus.
Las autoridades no han informado a la esposa de Khalil, embarazada de ocho meses, sobre los motivos exactos de su detención. Actualmente, el activista ha sido trasladado a un centro de detención de inmigrantes en Elizabeth, Nueva Jersey. Su abogada calificó la detención como una clara escalada en las acciones del gobierno contra manifestantes.
Un portavoz de la Universidad de Columbia señaló que los agentes deben presentar una orden antes de ingresar a la propiedad de la institución, aunque no confirmó si la universidad recibió una orden específica para el arresto de Khalil.
Khalil fue uno de los principales rostros del movimiento propalestino en Columbia. Durante las protestas estudiantiles, fue elegido como negociador en representación de los estudiantes, reuniéndose frecuentemente con los administradores de la universidad.
En declaraciones previas a The Associated Press, Khalil había señalado que las protestas continuarían mientras Columbia siga invirtiendo y beneficiándose del apartheid israelí.
El caso sigue en desarrollo, mientras organizaciones pro derechos civiles y grupos estudiantiles han comenzado a movilizarse en apoyo a Khalil.