Documentos destapados en EE.UU. no traen novedades sobre muerte de Trujillo y Kennedy - N Digital
ActualidadfacebookNacionalesPortadatwitterÚltimas Noticias

Documentos destapados en EE.UU. no traen novedades sobre muerte de Trujillo y Kennedy

Por: Ling Almánzar

Hasta ahora, no ha habido sorpresas en los documentos de la Casa Blanca recientemente destapados en torno a la trama que acabó con la vida del dictador Rafael L. Trujillo. Tampoco hay sorpresa con la versión del asesinato del presidente John F. Kennedy.

Esos documentos “calientitos”, que acaban de ver la luz pública, confirman lo que ya se sabía al respecto. Sin embargo, ha surgido una novedad: el espionaje a Juan Bosch hecho por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Que Estados Unidos, a través de la CIA se involucró en la conjura contra Trujillo, es algo que se sabía desde hacía décadas. Por ejemplo, en su libro “Tumbaron al Jefe”, Víctor Grimaldi deja claramente establecido que la Agencia aportó escopetas y pistolas y patrocinó el complot, enviando esas armas a los conjurados que, finalmente, mataron al tirano el 30 de mayo de 1961.

No hay novedades. Se sabe que la CIA trajo las armas en valijas diplomáticas y se las entregó a Lorenzo Berry, mejor conocido como “Wimpy“, que era el dueño de un supermercado en la avenida Bolívar, de la entonces Ciudad Trujillo.

Wimpy” se convirtió, así, en el enlace “oficial” entre el Consulado y los complotados, a quienes les hizo llegar las armas. Ángel Severo Cabral, a su vez, se encargó de ese arsenal y se lo hizo llegar a Antonio de la Maza. Algunas armas fueron recortadas, para permitir una mayor efectividad en la acción.

“La esposa de “Wimpy” es una ciudadana dominicana de origen sirio. Parece haber estado aún más activa en el complot que su mismo esposo. Fue ella quien hizo contacto con los dominicanos involucrados en la trama”, dice uno de los documentos. (Traducción libre.)

Personalidades dominicanas iban como informantes a la Embajada estadounidense, intimando con los gringos acerca de la pronta caída del régimen trujillista. Entre ellos, Gianni Vicini (Mr. X), Jordi Brossa (El Chico), Andrés Freites (Azuano), Luis Manuel Baquero y Donald Read Cabral. Además, el presidente Eisenhower envió un emisario para pedirle a Trujillo que dejara el poder para facilitar una transición democrática.

El magnicida

Los recientes documentos sobre el asesinato de Kennedy, que son más de un millar, confirman que Lee Harvey Oswald actuó solo, enteramente solo, como se aprecia en “Muerte de un presidente”, el estupendo libro de William Manchester. Quería mostrar sus agallas de virilidad machista, para impresionar a su esposa, la rusa Marina. En los documentos queda claro que Lee no era agente encubierto de la KGB, ni un emisario de Fidel Castro. Nada de eso. Lee se creó apetitos de grandeza y megalomanía, para pasar a las páginas de la historia. La ambición humana no tiene límites.

Tras los pasos de Bosch

Los sabuesos de la CIA le seguían los pasos a Bosch, con tanto interés que hasta colocaron equipos de grabación en su propia casa, para espiarlo. Bosch era un líder político en el exilio, luego de servirle a Trujillo en el país. Tenía proyección presidencial y había que asegurar que, si llegaba al poder, vería con buenos ojos a Estados Unidos.

Y lo lograron: le enviaron a Sacha Volman. Ambos trabaron gran amistad y Bosch se volvió profesor de educación política en Costa Rica. Allí impartía docencia cuando mataron a Trujillo. Además, antes de regresar al país, el líder político envió a Volman como explorador del dramático escenario nacional. De este modo, Volman se convirtió en un emisario autorizado. Ya en el poder, Bosch consultaba a su enllave. Se reunían. Volman fue una especie de asesor oficial del cuentista presidente.

Desde que vivía exiliado, la CIA se interesó por esa gran figura político-literaria. Instaló equipos de espionaje en su misma casa, para escuchar a Bosch, quien visitó a Kennedy en la Casa Blanca, tras ser elegido presidente. El profesor pertenecía a la “izquierda democrática“, un exclusivo club de líderes latinoamericanos; junto a él, José -Pep- Figueres, Rómulo Betancourt y Luis Muñoz Marín. Eran satélites de Washington.

Noticas de Interés
ActualidadfacebookInternacionalestwitterÚltimas Noticias

Trump evalúa invocar "secreto de estado" para ocultar detalles de vuelos de deportación

ActualidadfacebookInternacionalestwitterÚltimas Noticias

Trump inicia desclasificación de archivos sobre asesinato de JFK; solo publican 1.123 documentos

ActualidadfacebookInternacionalestwitter

¡Trump lo trae de vuelta! El botón rojo de Coca-Cola Light regresa al Despacho Oval

ActualidadfacebookInternacionalestwitterÚltimas Noticias

Presidente ucraniano afirma que hablará hoy con Trump sobre tregua parcial aceptada por Rusia

Subscríbete al ABC del Día