
Un total de 50 agentes de la Policía Nacional, entre oficiales subalternos y alistados de diversas áreas, participaron en la charla “Prevención de la tuberculosis”, con el propósito de convertirse en multiplicadores de información sobre las causas y consecuencias de esta enfermedad que afecta significativamente la salud.
La capacitación tuvo lugar en el Salón de Gestión de Crisis y Análisis Delictivo de la Policía Nacional, como parte del proceso de transformación institucional impulsado por el presidente Luis Abinader, cuyas directrices son cumplidas por la Dirección General del cuerpo del orden, a cargo del mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta.
Asimismo, la actividad estuvo a cargo del Departamento de Gestión de Seguros de Salud y Prevención de Riesgos Laborales de Recursos Humanos de la institución del orden.
La charla fue impartida por la doctora Isabell Rivas, médico familiar y especialista en salud pública de Punto Médico-SeNaSa. También estuvo presente el segundo teniente Manuel Salvador Tapia Encarnación, encargado del Departamento de Gestión de Seguro Médico, en representación del general Esteban Figuereo García, director central de Recursos Humanos, así como la segundo teniente Elizabeth Castro.
El objetivo principal de la jornada fue concienciar a los policías sobre su salud, fomentar la reflexión y promover el autocuidado personal y familiar, destacando que la prevención es clave para enfrentar cualquier problema de salud.
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Durante la charla, se explicó que la tuberculosis puede ingresar al organismo a través de los pulmones y afectar órganos como los riñones, los huesos, el corazón, el abdomen y el sistema nervioso. Asimismo, se enfatizó que la enfermedad puede prevenirse mediante exámenes médicos, como la prueba de orina y la radiografía de tórax, además de medidas preventivas como el lavado de manos, la vacunación, el distanciamiento físico y el uso de mascarilla.
Finalmente, se instó a los agentes a realizar chequeos rutinarios para la detección y prevención de la enfermedad, destacando que los síntomas iniciales incluyen fiebre, sudoración nocturna, tos con sangre, debilidad, entre otros.