El juicio por el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht en la República Dominicana comenzó este jueves atorado por los repetidos intentos de las defensas de pedir un aplazamiento de la primera sesión.
Los seis acusados, un empresario, un abogado y cuatro políticos, entre ellos el senador Tommy Galán, se sentaron por primera vez como reos en el banquillo de la Suprema Corte de Justicia dominicana, por un caso que ha salpicado a los principales partidos políticos del país, pero ni llegaron a oír los cargos que se les imputan.
Todos ellos han sido acusados de participar en el reparto de 92 millones de dólares en sobornos a legisladores y miembros del Gobierno, una cifra que Odebrecht reconoció haber pagado entre 2001 y 2014 para lograr adjudicarse obras públicas de forma ilegal en el país.
La primera sesión del juicio derivó, desde el primer instante, en una discusión bizantina que giró meramente en torno a cuestiones de procedimiento.
“Esta primera sesión es muy técnica, la verdad es que yo no manejo bien esa parte”, dijo a Efe uno de los acusados, Ángel Rondón, quien era representante comercial de Odebrecht en el país, durante uno de los recesos.
Los abogados de los seis imputados se enrocaron en su negativa a celebrar la sesión alegando que solo había presentes 15 de los 17 jueces que componen el Supremo, un hecho que, según su interpretación, viola la ley y vulnera el derecho de defensa de sus clientes.
Los dos magistrados del Supremo que no pueden participar en el juicio son Francisco Ortega, por haber sido el juez instructor, y Nancy Salcedo, que forma parte del Consejo del Poder Judicial y podría incurrir en un conflicto de intereses.
Los magistrados se tomaron dos largos recesos para deliberar la petición de las defensas, el primero de una hora y el segundo, de tres horas, y al cabo desestimaron las alegaciones de los abogados y declararon que el quorum del tribunal es correcto.
Rondón aseguró a Efe que los abogados no habían acordado la estrategia de defensa y explicó que los encausados mantienen poco trato entre ellos.
“Nos hemos mantenido un poco al margen entre los imputados. Yo creo que cada quien aquí tiene su situación y tendrá que defender su situación: su ignorancia o su culpabilidad”, comentó Rondón, vestido con guayabera blanca, en un intervalo.
El caso de Odebrecht, que ha tenido ramificaciones en doce países de la región, se considera la mayor causa penal por corrupción en la historia reciente de la República Dominicana y ha llevado al banquillo a seis acusados.
Entre los reos figuran el senador Tommy Galán, el exministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rúa y los exsenadores Andrés Bautista García y Roberto Rodríguez, además del abogado Conrado Pittaluga, presunto testaferro de Díaz Rúa.
En el centro del escándalo, la Fiscalía sitúa al empresario Ángel Rondón, quien se cree que recibía el dinero de Odebrecht y se encargaba de repartirlo entre los políticos a cambio de favores para la constructora brasileña.
En un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos firmado en 2016, la constructora brasileña reconoció que pagó 788 millones de dólares en sobornos en 12 países, incluyendo 92 millones en República Dominicana.
La Fiscalía dominicana ha acotado la causa a 16 obras públicas licitadas entre 2002 y 2012, durante los mandatos de los presidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández.
Por falta de pruebas, excluyó de la causa a la termoeléctrica de Punta Catalina, la mayor obra ejecutada por el Gobierno del actual mandatario, Danilo Medina, licitada en 2014, aunque el pasado junio la Fiscalía afirmó que abriría nuevas diligencias después de que la prensa publicase nuevos indicios de corrupción en esa obra.
En un principio, la Fiscalía imputó a 14 personas, ocho de las cuales fueron enviadas a prisión preventiva, pero luego fueron puestas en libertad mediante recursos judiciales.
El escándalo ha salpicado a las dos principales fuerzas políticas del país, el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), a los que pertenecen los exfuncionarios y legisladores imputados.
El inicio del juicio en República Dominicana coincidió con el anuncio de que Marcelo Odebrecht, expresidente del Grupo Odebrecht, comenzó este jueves a cumplir su pena por corrupción en Brasil en régimen semiabierto, tras permanecer en prisión domiciliaria desde diciembre de 2017. EFE