Por Natalí Faxas
La noche del 6 de septiembre, el expresidente y precandidato por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández, sembró la duda en las elecciones internas de esa organización, cuando dijo lo siguiente: “En el código fuente de software se instaló un algoritmo que han adulterado los resultados” ; ero, ¿puede un algoritmo alterar unas elecciones?; la respuesta es sí.
Los algoritmos son comandos que dan órdenes y bajo la premisa de que en esta materia de hackers nada es infalible, el informático Jimmy Rosario explica que solo “con tiempo, interés y los recursos, cualquier sistema puede ser violado”.
Danny Lantigua, tecnólogo, explica que no hace falta 7,372 hackers como mesas electorales, para manipular el sistema, como en su momento dijo el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), César Castaños Guzmán, sino el acceso al servidor central, en el momento de la transmisión, que se realiza por una red privada.
“Habría que revisar qué pasó en ese momento, cuáles mesas llegaron, qué se estaba contando. Pero también puedo recibir una respuesta de un comando, que pudiera entrar después de X porcentaje”, agregó Lantigua, a propósito del comportamiento estadístico inusual que tuvo el registro de los votos, cuando llegó al 88% de las mesas computadas a favor de Leonel Fernández y terminó cambiando en ese momento, dándole la victoria a Gonzalo Castillo.
Pero demostrar la denuncia por un elemento informático no es tan fácil, porque el mismo algoritmo, al momento de ejercer su función, si fuera el caso, pudo haber desaparecido sin dejar rastros. Por eso, las auditorías al software y hardware que solicitó Fernández como medida cautelar a la JCE, más funcionarán para fortalecer y dar garantías de seguridad al voto automatizado en el futuro.
Las elecciones internas no pudieron dar punto final al conflicto interno del PLD, que ha mantenido al país en expectativa sobre el futuro de una organización política que ha gobernado los últimos 15 años y un tres veces presidente que hasta estas elecciones se mantuvo invicto.
Pero mientras ese partido resuelve su problema, los resultados de estas elecciones y las denuncias de irregularidad ha puesto en la mira de la desconfianza a la Junta Central Electoral y especialmente a los equipos del sistema automatizado, que en esta contienda aprobaron todos los partidos como prueba piloto para utilizar en las elecciones generales del 2020.
“Estos equipos están destinados a ser usados en febrero y mayo y sería una gran pérdida que no sean usados, porque el país ha invertido más de mil millones de pesos en estos equipos, que habría que volver a echar al zafacón, como ocurrió con los scanner en el 2016, 40 millones de dólares echados al zafacón”, recordó Francisco Álvarez, expresidente de la organización Participación Ciudadana, y quien además fue observador en estas elecciones.
