Santo Domingo .- El precandidato presidencial por el Partido Nacional Voluntad Ciudadana, Ramfis Trujillo, manifestó este viernes su preocupación por el retiro de la misión que las Naciones Unidas (Minusjuth) mantenía en Haití y de las consecuencias que esta salida puede tener para la República Dominicana.
El político entregó una carta en la sede de la ONU en el país solicitándole que reconsidere la decisión retirar la misión de paz en Haití” y, en declaraciones a la prensa, señaló el riesgo que supondría para la República Dominicana “un estallido social” en la nación vecina.
Trujillo pide en su carta la presencia de la entidad hasta que haya una “estabilización social” y se logren los niveles de seguridad que se plantearon cuando se concertó la salida de la operación, que se creó en 2017 en sustitución de la Minustah, una operación mucho más grande que estuvo más de una década en Haití.
Naciones Unidas cerró este 15 de octubre su misión de paz en Haití y lo hizo en el contexto de la grave crisis económica, política y social que atraviesa el país, con protestas violentas para exigir la salida del presidente, Jovenel Moise.
En este sentido, el nieto del exdictador Rafael Trujillo (1942 – 1952) opinó que “lo que comenzó como una agudizada crisis política y un levantamiento cívico, está a punto de convertirse en una guerra civil”.
“Los enfrentamientos se tornan más bélicos, sin que la comunidad internacional se inmute, siendo cómplice de la crisis humanitaria que, aunque comienza en dicha nación, despunta en un clima de irrupción territorial y una afrenta a las ya debilitadas condiciones de nuestra nación”, explicó.
A este tenor, Trujillo denunció que en la República Dominicana existe “una incontrolada apertura fronteriza, como resultado de una política migratoria infringida, una escuálida disposición de nuestras autoridades, y el afán desmedido de innumerables organismos internacionales de injerir sobre nuestra bandera, persiguiendo una agenda de apertura limítrofe globalista”.
Reprochó que, mientras algunos organismos internacionales critican a la República Dominicana, tildando de xenofobia, racismo o anti-hatianismo, el hecho de querer fortalecer las fronteras y hacer cumplir las leyes migratorias, otros países continúan expulsando a los nacionales haitianos “ante la mirada cómplice de los mismos organismos que nos critican”.
Las protestas, que ayer dejaron un muerto y un herido en un barrio popular de la capital, se desataron el pasado 16 de septiembre, con el desabastecimiento de combustible como detonante, que se sumó a otros factores, como el desempleo, la inflación y la inseguridad creciente en las calles. EFE