Un informe revelado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Washington, indica que en 2014 murieron 1,5 millones de personas por tuberculosis, frente a las 1,2 millones de muertes por el sida, enfermedad provocada por el VIH, uno de los mayores causantes de muertes en el mundo, y los cerca de 400,000 individuos portadores de las dos enfermedades.
El aumento “dramático” de los casos se debe a un problema en su tratamiento y diagnóstico, como consecuencia de un déficit financiero, indicó el doctor Mario Raviglione, director del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la OMS.
Así, la mayor parte de la financiación internacional va dirigida a la lucha contra el VIH y esa elección ha impedido el desarrollo de nuevas investigaciones, fármacos y tratamientos para el control de la tuberculosis, principalmente en los más de 480.000 casos de tuberculosis resistente.
“Todavía fallecen 4.400 personas al día, una cifra inaceptable en una era en la que se pueden diagnosticar y curar prácticamente todos los pacientes que sufren esa enfermedad”, opinó Raviglione.
La alta incidencia de tuberculosis en países como China e India, que cuentan con recursos suficientes para iniciar y respaldar proyectos que combatan esta enfermedad, confirma que no solo se requiere de un plan de financiamiento sostenible, sino que resulta indispensable establecer una cobertura sanitaria urgente en las comunidades más vulnerables y un plan de concientización acerca de los riegos, concluye el comunicado.