SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al expresidente de la Cámara de Diputados y actual vocero de la bancada del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Alfredo Pacheco, le sobra la experiencia para hacer un análisis del contexto actual de ese órgano en materia legislativa, administrativa e institucional. Es un crítico de que la presidencia de la Cámara Baja cambie cada año, ya que considera que la medida limita los trabajos legislativos y provoca “una inercia, una parálisis” que da como resultado que en el momento, haya más de 75 informes de proyectos de leyes y resoluciones listos para conocerse en el pleno. Pacheco defiende la función constitucional que tienen los congresistas de aprobar prestamos que sirvan para el desarrollo del país, aunque afirma, que en estos dos años no han votado por proyectos del Gobierno, porque llegan de manera “apresurada”.
Desde su experiencia, ¿cómo ve la metodología de cambiar la presidencia anual?
Un partido político no puede abusar de su posición dominante, y lo que ha hecho el PLD con la Cámara es abusivo, porque le ha impuesto a la Cámara completa una situación que no es la de más agrado para los diputados. Un año de presidencia no es suficiente para que se pueda desarrollar una buena labor. Ordinariamente el ejercicio mínimo que un presidente logra hacer es de dos o tres años. Cambiarlo anual retrasa los trabajos legislativos y da un desgano, porque en lo que le coge el piso dan tres meses, y preparándose para entregar son tres meses más, entonces solo tiene un ejercicio bueno de 4 meses, y eso no alcanza para definir una gestión.
¿Tiene esa situación alguna vinculación con que este año no se haya aprobado ninguna ley importante?
Cada año el Congreso debe evacuar cinco o seis leyes importantes. Sin embargo hasta el momento en esta legislatura no se han aprobado leyes en el país, sino algunas de carácter secundario. Esa situación afecta, porque los presidentes, a medida que se va acercando la fecha de entregar, pierden su liderazgo, porque se va traspasando al que viene, que aún no está en ejercicio. Esto mantiene la Cámara en una inercia, una parálisis en los trabajos. Este año el Congreso ha sido dominado por la ley de partidos, sin embargo hay más de 75 informes de leyes y resoluciones pendiente de conocimiento.
Un colega suyo, decía que desde la oposición había miedo de votar por los préstamos del Gobierno. ¿Su bancada también tiene miedo de votar?
Las posiciones públicas son posiciones de responsabilidades, una responsabilidad constitucional, independientemente que se haya distorsionado. Muchos de estos préstamos fueron usados para sobrevalorar obras, hacer obras fuera del contexto, solucionar problemas de política momentánea para que un partido ganara unas elecciones… se utilizó este instrumento para obtener recursos que luego eran invertidos en campañas electorales, y se hicieron una serie de sometimientos que tuvo algunos matices que no necesariamente eran jurídicos…
Los préstamos sometidos por el Ejecutivo han sido aprobados, aún sin el voto de ustedes…
Comprendemos que se debe recurrir a empréstitos, sobre todo porque cada año en el presupuesto hay una parte importante que se va en el pago de las deudas. Creemos que los préstamos deben ser con órganos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo; y así reducimos que este tipo de préstamos se vayan a bolsillos particulares y no al desarrollo nacional. La responsabilidad del congresista es examinar lo que viene aquí, si es un préstamo, si es un buen préstamo hay que aprobarlo; y si es malo hay que votar en contra, por eso nadie debe ser juzgado.
Pero cuando la oposición vota a favor es señalada, ¿O no se cuestiona a legisladores de su bancada si votan?
Es mal visto cuando la oposición vota por un proyecto del Gobierno, la gente no entiende. Pero en nuestro caso, en estos dos años no hemos votado por proyectos del Gobierno, porque los que han venido son incómodos y lo traen con un apresuramiento, que no hemos podido estudiarlo y no podemos votar.
Se acerca el cierre de la legislatura y ya empieza la lucha por la vocería. ¿Aspirará usted por otro año?
Haber sido presidente de la Cámara nos da un punto de apoyo para el ejercicio de la vocería que en términos personales, yo reconozco que al ser una posición menor de muchas dificultades, me resta en el accionar del ejercicio de mi propia diputación, es difícil, incómodo y desde la posición de partido de oposición, que consume mucho tiempo y energía. La determinación de si aspiro o no, es de los altos mandos del partido y los diputados, ellos tendrán la última palabra.
El PRM renovó su dirección. ¿Cuál es la perspectiva tras eso?
El PRM dio un paso trascendental al escoger un presidente de menos de 40 años y una secretaria general llena de juventud y energía. Reconozco los aportes de Andrés Bautista y Jesús Vásquez, ellos son los héroes del proceso porque dieron la posibilidad a que un partido naciera y cargara la parte más pesada. La militancia no tiene como reconocer sus aportes. Desde luego todas las entidades de la vida deben evolucionar, esa evolución que ha tenido el PRM requería de una dirección que fuera refrescada. Valoramos los cambios que se hicieron en la dirección ejecutiva, dando nuevo aires al partido.
¿Qué tipo de oposición debe hacer?
Críticos de las cosas malas, partícipes de las cosas buenas y tener propuesta de alternativas a cada una de las situaciones que no estén bien. Nuestro liderazgo, encabezado por Hipólito y Luis, debe ir trabajando propuestas de solución a los problemas del país. Cualquiera de los dos será el candidato del partido, y ambos están preparados para abordar los temas del desempleo, del alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana y otros.
¿Usted responde a Luis o a Hipólito Mejía?
Dentro del PRM, todo el mundo sabe que yo me manejo de manera institucional. Estuvimos discutiendo en la última reunión de la comisión ejecutiva y los independientes casi no existen, son muy pocos los que son independientes en la comisión ejecutiva y yo tampoco lo soy. Yo estoy con la candidatura de Luis Abinader, pero respeto primero la línea del partido y respeto el liderazgo mayor que es del compañero Hipólito. Y cada paso que yo doy en la Cámara de Diputados debe estar avalado por los dos liderazgos.
El vocero del expresidente Mejía, Eddy Olivares, dijo que este será el candidato en el 2020 de los peñagomistas. ¿Significa eso que de no ser candidato por el PRM, irá tras la nominación por otro partido?
Yo conozco muy bien a Hipólito y sus intenciones en el PRM, partido que le costó lágrimas, sudor y sangre, víctima de la expulsión del PRD, y junto a Luis le llevó a conformar un partido. Yo pienso que esos rumores, son eso. Hipólito apuesta al PRM y si Hipólito es el candidato, va a tener el apoyo de todos los peñagomistas diseminados en diferentes partidos, igual si fuera Luis.