Un portavoz de la Nunciatura Apostólica en Canadá confirmó este jueves a Efe que recibió una denuncia de agresión sexual contra el que fue el nuncio en Canadá, el obispo Luigi Ventura, quien actualmente ocupa el mismo cargo en Francia.
El portavoz confirmó a Efe la veracidad de la información aparecida en la publicación religiosa francocanadiense “Présence” y en la que el actual nuncio en Canadá, el obispo Luigi Bonazzi, reveló la existencia de una denuncia contra Ventura.
Bonazzi también indicó que ha comunicado al Vaticano la existencia de esta denuncia, que se suma a las que afronta el obispo Ventura en Francia, por las que está siendo investigado.
Según señaló el periódico “Le Monde” el pasado 18 de febrero, Ventura ha sido denunciado por dos trabajadores municipales de París por agresión sexual.
Según el relato de “Présence”, después de que Bognazzi declarase a mediados de febrero que no tenía constancia de ninguna denuncia contra Ventura durante los años que estuvo en Canadá, entre 2001 y 2009, la nunciatura recibió una denuncia de agresión sexual.
Christian Vachon denunció a la nunciatura que el 26 de julio de 2008, cuando tenía 32 años, Ventura manoseó sus nalgas en dos ocasiones cuando caminó junto a él en la basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré, en las cercanías de la ciudad de Quebec.
Vachon, que era parte del equipo pastoral que prestaba servicios en la basílica, explicó en su denuncia, publicada en “Présence”, que las acciones del nuncio apostólico y sus posteriores intentos de “coquetear” lo dejaron “en shock” y “escandalizado”.
“Era lo totalmente opuesto a la dignidad de su puesto”, añadió.
Vachon sólo reveló las supuestas acciones de Ventura a su esposa y en 2018 compartió su experiencia en un foro de internet aunque sin mencionar el nombre del obispo Ventura.
Sólo después de que Bonazzi declarase que no tenía constancia de ninguna denuncia contra Ventura, Vachon comunicó a la nunciatura en Canadá la supuesta agresión sexual.
Vachon añadió que no lo denunció a la Policía porque era su palabra contra la del nuncio apostólico, “típico de los delitos de naturaleza sexual”.