El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, denunció públicamente este miércoles la supuesta malversación de al menos 13,7 millones de dólares de las tiendas de las prisiones mediante una organización no gubernamental relacionada con un exministro de Seguridad.
Según Bukele, el Gobierno del expresidente Salvador Sánchez Cerén permitió que la organización Asocambio administrara las tiendas que se encuentran dentro de las cárceles y que solo en 2018 recibió la referida cifra “sin ningún control del Estado”.
Detalló que la Corte de Cuentas de la República (CCR) “jamás auditó estas tiendas porque consideraba que no eran parte del sistema penitenciario”.
Añadió que lo “absurdo es que el representante legal, el presidente de Asocambio cuando se constituyó como ONG, era el exministro de Seguridad (Mauricio) Ramírez Lanvaderde”.
Bukele, que asumió la Presidencia el pasado 1 de junio, explicó que ha instruido a su ministro de Seguridad, Rogelio Rivas, y al director general de Centros Penales, Osiris Luna, que dejen “sin efecto el convenio” que permitía a la referida organización manejar las tiendas por “vicios de ilegalidad y una evidente corrupción”.
Según el mandatario, que ordenó presentar ante la Fiscalía un “aviso”, la ONG vendía productos a los reclusos con precios altos y compraba “inmuebles y vehículos de lujo”, sin detallar el uso que se les daba.
“Está a la luz que es un caso de corrupción más de las anteriores Administraciones”, concluyó Bukele, de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
El jefe de Estado detalló que la Dirección General de Centros Penales tiene un déficit de 33 millones de dólares para funcionar el resto de 2019.
El ministro de Seguridad dijo recientemente que el Ejecutivo de Bukele pretende que los centros penales sean “autosostenibles” mediante un nuevo “plan financiero” y la producción de su propia comida.
Explicó que el gasto anual en alimentos para los presidiarios es de unos 46 millones de dólares, lo que “representa una carga importante para el Estado”.
No es la primera vez que Bukele señala supuestas irregularidades del Gobierno anterior, dado que en los primeros días de su Administración denunció varios casos de “nepotismo”, por lo que despidió a familiares de Sánchez Cerén y de miembros del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.