Huawei trabajó junto con el Ejército chino en proyectos ocultos

Varios empleados de Huawei Technologies han colaborado en proyectos de investigación con personal de las fuerzas armadas chinas, lo que indica vínculos más estrechos con el cuerpo militar del país que los reconocidos anteriormente por el gigante de los teléfonos inteligentes y de redes.

Durante los diez últimos años, los trabajadores de Huawei han colaborado con miembros de varios órganos del Ejército Popular de Liberación en al menos 10 proyectos que abarcan desde la inteligencia artificial hasta las comunicaciones por radio.

Las actividades incluyen un proyecto conjunto con la rama de investigación de la Comisión Militar Central, el cuerpo supremo de las fuerzas armadas, para extraer y clasificar emociones en los comentarios de video por internet, y una iniciativa con la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa para explorar formas de recabar y analizar imágenes satelitales y coordenadas geográficas.

Esos proyectos son sólo algunos de los estudios ahora divulgados públicamente que arrojan luz sobre cómo el personal de la mayor compañía de tecnología de China colaboró con el Ejército Popular de Liberación para investigar una serie de posibles aplicaciones militares y de seguridad. Bloomberg revisó artículos de publicaciones periódicas y bases de datos de investigación en internet utilizadas principalmente por académicos chinos y expertos del sector. Los autores de los tratados, sobre los que no se ha informado anteriormente en los medios de comunicación, se identificaron como empleados de Huawei y el nombre de la empresa figuraba en un lugar destacado en la parte superior de los documentos.

“Huawei no tiene conocimiento de que sus empleados publiquen documentos de investigación a título personal”, dijo el portavoz Glenn Schloss en un comunicado enviado por correo. “Huawei no tiene ninguna colaboración en I + D ni asociaciones con las instituciones afiliadas al Ejército Popular de Liberación”, señaló. “Huawei solo desarrolla y produce productos de comunicaciones que cumplen con las normas civiles de todo el mundo, y no personaliza los productos de I + D para el Ejército”.

El ministerio de Defensa de China no respondió a una solicitud de comentarios enviada por fax. El responsable de asuntos legales de Huawei, Song Liuping, confirmó el jueves los comentarios del portavoz de la empresa. “Huawei no personaliza los productos ni proporciona investigación para el Ejército”, dijo a los medios en Shenzhen. “No tenemos conocimiento de los documentos que algunos empleados han publicado. No tenemos tales proyectos de investigación conjunta con el Ejército Popular de Liberación”.

La Administración de Trump impuso límites estrictos a la capacidad de Huawei para hacer negocios con compañías estadounidenses e instó a los aliados a seguir su ejemplo, argumentando que la compañía representa una amenaza para la seguridad nacional. Washington se ha centrado en lo que dice que es una estrecha asociación de Huawei con las fuerzas armadas, en parte porque el fundador multimillonario Ren Zhengfei, fiel confeso del partido, fue un oficial que trabajó en comunicaciones durante su período en el Ejército.

No queda claro si los estudios a los que accedió Bloomberg -que se remontan a 2006 y se descubrieron durante una búsqueda en una base de datos digital utilizada en parte por profesores para erradicar el plagio entre los estudiantes universitarios- abarcaba todas las instancias de colaboración de los empleados de Huawei con el Ejército. Muchos proyectos sensibles son confidenciales o simplemente nunca se publican en internet. Si bien investigadores tanto de Huawei como del Ejército publicaron miles de artículos de acuerdo con esa base de datos, solo los 10 a los que accedió Bloomberg representaban proyectos conjuntos. Y la empresa emplea a más de 180.000 personas.

Las compañías tecnológicas y las agencias militares han estado colaborando en todo el mundo durante decenios, generando muchas de las tecnologías que respaldan Internet de hoy en día. En China, esa relación público-privada es particularmente estrecha debido a la influencia de Pekín en todos los sectores de la economía. Pero Huawei rechaza constantemente las alusiones de que el pasado de Ren influye de alguna manera en la corporación, y dice que su relación con los militares es mínima y no política.

Los trabajos de investigación muestran un área de superposición, al menos en cuanto a personal. Si bien no prueban que el propio Huawei tenga vínculos cercanos con el Ejército chino, sí muestran que la relación de la compañía, o al menos la de sus empleados, con el Ejército es más matizada de lo que sus ejecutivos han descrito públicamente.

Huawei ha dicho que nunca revela información confidencial al Gobierno y ni siquiera lo haría si se lo pidieran. El propio Ren ha desmentido la relación de Huawei con los militares desde que emergió de una semirreclusión en enero para hablar con medios de comunicación extranjeros por primera vez en años.

“No cooperamos con el Ejército en investigación”, dijo a los medios en Shenzhen en enero, según una transcripción proporcionada por Huawei. “Tal vez les vendamos una pequeña cantidad de equipamiento civil. Cuánto, no lo tengo claro porque no los consideramos un cliente importante”.

Las fuerzas armadas también han negado enérgicamente vínculos oficiales con Huawei. “Huawei no es una compañía militar”, dijo el ministro de Defensa General, Wei Fengheen, en el Shangri-La Dialogue en Singapur en junio. “No piense que porque el jefe de Huawei era miembro del Ejército, la compañía que él construyó es parte del Ejército”.

No obstante, el alcance de los vínculos militares de Huawei sigue siendo un tema de intenso escrutinio en Estados Unidos debido al papel que ha tenido el Ejército en temas que van desde el aumento de las tensiones en el Mar de China Meridional hasta los supuestos actos de piratería estatal. Sus operaciones opacas y poderes de gran alcance en un país obsesionado con la estabilidad también han generado preocupación. La presidencia de la Comisión Militar Central a menudo se considera clave para mantener el poder en el país, razón por la que Xi Jinping y sus predecesores fueron nombrados jefes del cuerpo. El líder ha redoblado su apuesta a una política denominada “integración civil-militar”, con la que quiere utilizar la tecnología para fines militares. Pekín ha fomentado así una mayor participación de empresas privadas en el sector de defensa.

Bloomberg no pudo ponerse en contacto con los empleados nombrados en los artículos y tampoco pudo determinar si continúan en la empresa.

Fuente: infobae