La Orden Departamental No. 33-2019 emitida por el Ministerio de Educación ha sido objeto de críticas por parte de sectores conservadores, principalmente las iglesias y al mismo tiempo celebrada por otros sectores de la sociedad civil que entienden será un cambio muy positivo para fomentar una educación basada en la igualdad de derechos.
La controversial Orden, tiene 4 objetivos principales que se destacan en su Artículo Primero que son:
Declarar como prioridad el diseño y establecimiento de la política de género en el Ministerio de Educación en los diferentes niveles, sistemas y subsistemas de la Educación Pre Universitaria, en sus planes, programas, proyectos, estrategias pedagógicas y actividades administrativas.
Propiciar herramientas pedagógicas que promuevan la perspectiva de género para la construcción de una educación no sexista entre los y las diferentes actores y actoras del sistema educativo dominicano.
Velar por que se promueva el enfoque de género desde el currículo educativo que permita evaluar el desarrollo de las competencias fundamentales de los y las estudiantes.
Trazar las pautas para contribuir con el proceso de desconstrucción de los estereotipos de género que permean la sociedad dominicana en todos los niveles y estratos, y de lo cual no escapa el sistema educativo y sus diferentes actores.
Con la implementación de la política de género se busca adecuar la educación para que niños y niñas tengan las mismas oportunidades y así potenciar tanto en las ciencias, en las artes como en el deporte las destrezas y habilidades de cada quien sin establecer límites por su sexo.
La redacción de esta Orden Departamental utilizando frases como “los y las actores y actoras” así como el uso frecuente de la palabra “género”, ha encendido un debate sobre si esta política es el preámbulo a la introducción de la ideología de género en la educación, que es, como su nombre lo indica, una filosofía, según la cual el sexo masculino o femenino no se origina de la naturaleza sino a través de un rol social del que se decide autónomamente.
Para algunos sectores lo más conocido sobre este tema es que le permite a la persona decidir su género en base a factores psicológicos y de comportamiento y no el sexo que viene definido biológicamente.
Cada vez es más común en el mundo y la República Dominicana no es una excepción, ver familias de padres de un mismo sexo con hijos, ya sean adoptados o procreados mediante donantes de esperma o vientres de alquiler. Uno de los casos más famosos es el de Ricky Martin quien está casado con el pintor sirio Jwan Yosef y tiene 3 hijos procreados con inseminación artificial con una madre sustituta.
Ante el evidente hecho de que la familia tradicional ha cambiado su composición, para algunos, la diversidad de familias representa un peligro para la sociedad por el rechazo que pueden recibir los niños que pertenecen a familias no tradicionales.
Es importante destacar que la orden departamental emitida por el Ministro de Educación no es más que una orden que da inicio al proceso de elaboración de la política de género. La misma no implica la puesta en marcha de forma inmediata de las acciones necesarias para su implementación y los detalles de esta no han sido establecidos. El Ministerio de Educación asegura, además, que con la política de género lo que se busca es reducir la desigualdad entre niños y niñas y que la sociedad no tiene por qué preocuparse.
No obstante, las iglesias entienden que detrás de todo esto hay organismos que están a favor de la ideología de género y la agenda LGBT y que no hay una presencia de sectores que inciden en la sociedad son los padres y tutores y las propias iglesias.
En conclusión, lo que tenemos es un debate generado por una discrepancia con respecto al término “género” que resulta del temor al cambio y el interés que tienen las religiones, sin tener que hacerlo, de regular el avance de la sociedad.