Miles de opositores desafiaron hoy la prohibición de las autoridades de Moscú y salieron a los bulevares de la ciudad en una acción de protesta silenciosa, sin consignas ni pancartas, que se saldó con 685 detenidos, según datos ofrecidos por la Ong OVD-info.
Una fuente policial citada por la agencia Interfax indicó que en la manifestación no autorizadas participaron unas 1.500 personas de las cuales “cerca de 600 fueron detenidas por alterar el orden público”.
“Hay varios detenidos heridos. De momento no podemos precisar cuántos, porque no permiten a los abogados acceder a las estaciones de Policía”, dijo al canal de televisión TVrain, que emite por internet, Ala Frolova, coordinadora OVD-Info.
Esta ONG presta asistencia jurídica a los perseguidos políticos y en su página web ofrece instrucciones de cómo comportase en caso de ser detenido.
Los manifestantes, con su sola presencia, exigían la inscripción de los candidatos de la oposición en las elecciones a la asamblea legislativa de Moscú del próximo 9 de septiembre, que se les denegó por supuestas irregularidades en el proceso de recogida de firmas.
Una de las primeras personas detenidas fue la dirigente opositora Liubov Sóbol, jurista del Fondo de Lucha contra la Corrupción, a quien las autoridades negaron la inscripción de su candidatura y quien lleva 20 días en huelga de hambre en protesta por esa decisión.
En un vídeo publicado en Twitter puede verse cómo varios agentes con cascos rodean el taxi en el que Sóbol se disponía a trasladarse a lugar de la manifestación y cómo uno de los policías saca a empujones del vehículo a la política, a la que luego, en medio de un enjambre de reporteros gráficos, suben a un furgón.
Las plazas Pushkin y Trúbnaya lugares donde se produjo el mayor número detenciones, algunas de ellas violentas, según pudo comprobar Efe.
Después que las autoridades negaran el permiso para la manifestación de hoy, sus organizadores llamaron a pasear masivamente sin pancartas ni consignas por el Anillo de los Bulevares, que prácticamente circunvala el centro de Moscú.
La extensión de los bulevares y carácter disperso de la manifestación dificultó cuantificar el número de personas que hicieron eco de la convocatoria, pero según algunos medios, como TVrain, lo cifraron en unos 5.000.
Las autoridades moscovitas desplegaron un gran dispositivo policial, con fuerzas antidisturbios y empleo incluso de helicópteros, para impedir la manifestación opositora.
“Se pide a los ciudadanos que no obstruyan el paso. Esta acción es ilegal y la partición en ella puede conllevar sanciones”, se oía en los llamamientos policiales transmitidos por altavoces.
Otro llamamiento, ya con voz de mujer, recordaba a los ciudadanos que los miembros de la Guardia Nacional, movilizada por las autoridades, “son sus hijos”.
“Todo esto influirá en los acontecimiento futuros. Estamos viendo una revolución de dignidad”, dijo a Efe el Iliá Ponomariov, veterano luchador por los derechos humanos en Rusia, que sumó al “paseo masivo” convocado por la oposición.
Según Ponomariov, la decisión de excluir mediante a los candidatos opositores da las elecciones moscovitas ha ofendido a los habitantes de la capital y colmado su paciencia.
“Hemos venido para demostrar que no nos da igual. Las autoridades intentan aplicar un modelo clásico de intimidación, pero no podrán a asustar a todos. Soy optimista”, dijo a Efe Iskander, un moscovita de 30 años.
La manifestación no autorizada de hoy es la primera después de la del sábado pasado, convocada para exigir la inscripción de los candidatos opositores y que fue disuelta violentamente por la policía.
En esa jornada, más de mil personas fueron detenidas en Moscú, incluidos casi todos los dirigentes que convocaron la protesta y que luego fueron condenados a diversas penas de arresto administrativo.
Para el próximo sábado la oposición ha convocado a un nuevo mitin en la capital rusa, que ha sido autorizado por el ayuntamiento, y en el que sus organizadores se han planteado como meta reunir a 100.000 personas.