Los casos de dengue detectados en Brasil entre el primero de enero y el 24 de agosto pasados llegaron a 1.439.471, lo que supone unas siete veces más que en el mismo período de 2018, cuando habían sido 205 mil, informó el Gobierno este miércoles.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, además del acentuado aumento del número de casos, en el período analizado hubo 591 muertes debido a esa enfermedad, frente a las 139 que se registraron a lo largo de todo el año pasado.
Asimismo, la estadística detectó un fuerte aumento de los casos de chikunguña y zika, que también son transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.
Con relación al chikunguña, los casos hasta el 24 de agosto llegaron a 110.627, frente a los 76.742 del mismo período del año pasado, con 57 muertes, que contrastan con las 15 de todo 2018.
Sobre el zika, frente a los 6.669 entre enero y agosto del año pasado, con dos muertes confirmadas en 2019.
Las autoridades explicaron el aumento del número de casos, que revela una mayor presencia del mosquito transmisor, en lo que han considerado como una “asociación de factores”.
Entre ellos, el Ministerio de Salud citó especialmente un “alto volumen de lluvias y altas temperaturas” registrado en lo que va de este año, que favorecen la reproducción del Aedes aegypti.
También alegó que el dengue y las enfermedades transmitidas por el mosquito se han expandido este año “en toda la región de las Américas”.
Sin embargo, la mayor incidencia de la enfermedad registrada este año en el período analizado se ha dado en regiones muy distantes de las extensas fronteras terrestres de Brasil.
El estado con más casos de dengue en lo que va de este año ha sido Minas Gerais, en el sureste del país, con 471.165 enfermos.
Le siguieron en esa estadística Sao Paulo, también en la región sureste, con 437.047, y Goias, en el centro-oeste, con 108.079.