El expresidente de Zimbabue Robert Mugabe será finalmente enterrado en el santuario del Acre de los Héroes, donde había propuesto el Gobierno, y el domingo se realizará una ceremonia funeraria aunque no se sepultará el cuerpo, lo que se hará “más adelante”, informó este viernes su familia.
El sobrino y portavoz del exmandatario Leo Mugabe dijo al canal estatal ZTN que el domingo tendrá lugar una “ceremonia funeraria” en el Acre de los Héroes y “haremos el entierro mucho más tarde”.
Mugabe, fallecido el pasado día 6 en Singapur a los 95 años, es considerado como un jefe entre los líderes tradicionales influyentes del país, lo que significa que el entierro real de su cuerpo probablemente se hará en privado y solo serán testigo unos pocos elegidos.
Tras su muerte, el Gobierno del actual presidente Emmerson Mnangagwa, que le sucedió en el poder en 2017 después del golpe de Estado militar, aseguró que Mugabe sería enterrado este domingo en este mausoleo, un santuario localizado en una colina a las afueras de la capital de Harare y reservado en exclusiva para la élite gobernante.
El lugar del entierro ha sido fuente de discusiones entre la familia y el Gobierno en los últimos días, llegando, otro de los sobrinos de Mugabe, a acusar al Ejecutivo de coartar la voluntad de sus allegados.
Mnangagwa, que visitó ayer a la viuda, Grace Mugabe, en la mansión familiar, en el norte de Harare, aseguró a la familia que el Gobierno acataría lo que ellos dijesen.
El portavoz de la familia explicó hoy que los líderes tradicionales del pueblo donde nació al exmandatario, Zvimba, quieren realizar las ceremonias previas al entierro en el santuario, lo que hace que no sea posible que el acto se realice el domingo.
Mientras tanto, los restos del expresidente volvieron hoy al estadio de Rufaro, en la capital, Harare, donde desde ayer miles de zimbabuenses se han acercado a darle el último adiós a quien fue uno de los artífices de la independencia del país, y lo gobernó con mano dura durante casi 37 años.
Un funeral de Estados se celebrará este sábado en el Estado Nacional de Harare con la presencia de una decena de jefes de Estado africanos y diplomáticos de otras partes del mundo.
Mugabe estaba ingresado desde el pasado mes de abril en un hospital de Singapur, cuyas cuantiosas facturas han sido pagadas por el Gobierno y donde recibía tratamiento por una enfermedad no revelada.
A pesar de su fama de dictador brutal, que liberó a su país para después convertirlo en su propio feudo, en algunos países de África Mugabe todavía es venerado como un luchador icónico por la libertad y contra el dominio colonial blanco.
En rasgos generales, su régimen de 37 años se caracterizó por la represión de sus opositores, elecciones de dudosa credibilidad, falta de libertades para su pueblo y una total ruina del Estado zimbabuense.
