Santo Domingo, EFE.- El Cuerpo de Seguridad Fronteriza de la República Dominicana está preparado para detener una eventual entrada masiva de nacionales haitianos en su territorio ante la crisis que vive el vecino país, donde se vienen desarrollando manifestaciones violentas desde hace semanas.
Así lo afirmó el ministro de Defensa dominicano, Rubén Darío Paulino Sem, al explicar este miércoles que en un esfuerzo conjunto entre las Fuerzas Armadas y las autoridades locales de cada una de las provincias fronterizas, se ha trazado una estrategia que pueda contrarrestar una migración multitudinaria de ciudadanos del vecino país.
“Lo más importante: involucrar a las autoridades locales de esas provincias para que tengan el conocimiento en caso de que surja una avalancha de personas hacia República Dominicana”, dijo Paulino Sem en declaraciones a la prensa tras participar en un acto por la llegada del buque hospital USN Comfort (T-AH 20) del Comando Sur de los Estados Unidos, que se encuentra en labor humanitaria en el país.
Hoy mismo, algunos legisladores se habían pronunciado ante la situación de violencia que se vive en el país vecino, instando a las autoridades a tomar las medidas de lugar para que las revueltas que mantienen Haití prácticamente paralizado no desemboquen en una crisis migratoria para la República Dominicana.
“Cualquier tipo de estallido social en Haití nos afecta de manera directa”, dijo a la prensa el diputado del oficialista Partido de la Liberación DOminicana (PLD) Francisco Matos Mancebo.
Matos lamentó que, tras quince años operando, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya retirado oficialmente su misión de paz, denominada Minusjuth, ante la grave crisis que atraviesa el país y que ha desembocado en protestas violentas para exigir la salida del presidente, Jovenel Moise.
“Pero la verdad que hay que reflexionar, es triste que se esté retirando la ONU de Haití, dejándola sumida en una crisis mayor que la que encontraron”, terminó Matos.
Mientras que su colega de partido y diputado por la provincia de Bahoruco (en el suroeste del país), Rafael Méndez, dijo que la situación de la nación vecina “tiene que afectar, porque eso es normal en todos los países”.
Las protestas en Haití se desataron el pasado 16 de septiembre, con el desabastecimiento de combustible como detonante, que se sumó a otros factores, como el desempleo, la inflación y la inseguridad creciente en las calles.
A pesar de que el presidente Moise hizo una rara declaración a la prensa este martes, en la que volvió a ofrecer diálogo a la oposición y trató de desvincularse de las causas de la crisis, los opositores han convocado para este jueves una jornada de “levantamiento general de las masas populares y campesinas”, una manifestación que, según los organizadores, será multitudinaria. EFE