Santo Domingo, EFE.- Tras la muerte de tres hombres el pasado lunes en una mina de ámbar, el presidente dominicano, Danilo Medina, dictó este viernes un reglamento para regular, fiscalizar, controlar y desarrollar la extracción artesanal de ámbar y larimar.
El decreto, que dice estar “basado en los principios de sostenibilidad, precaución, prevención y eficiencia”, obliga a los mineros a implementar medidas de seguridad en sus excavaciones, así como buenas prácticas ambientales, incluida la reforestación de las áreas minadas.
El texto legal contempla que la minería artesanal se ejecuta actualmente de manera informal, “sin derechos mineros, responsabilidad o controles apropiados de seguridad y salud para los trabajadores”.
Asimismo, establece la obligación de presentar informes de producción al Ministerio de Energía y Minas, así como el pago de tributos, para aportar “al Estado dominicano los beneficios de la explotación de dichos recursos”.
Mediante el citado decreto, se establecen siete “zonas mineras artesanales” de ámbar y larimar, una piedra semipreciosa oriunda de la República Dominicana.
Las zonas especificadas, así como sus respectivos linderos son Pescado Bobo y Juan de Nina, en la provincia de Puerto Plata, y La Cumbre, en la provincia de Santiago, todas ellas en el norte; El Valle, en Hato Mayor, y el municipio de Bayaguana, en Monte Plata, en el este; y otras dos zonas en la provincia de Barahona, en el suroeste.
El reglamento se ha publicado cuatro días después del fallecimiento de tres mineros, por un brote de gases tóxicos, en un yacimiento de ámbar en el municipio de El Valle, en el Parque Nacional de los Haitises.
Uno de los ingenieros que trabajaban en la mina indicó que los mineros sufrieron falta de oxígeno por los efectos de gases no respirables (metano, sulfuro de hidrógeno o monóxido de carbono).
La galería también se inundó por una columna de agua proveniente de un segundo pozo, según informó la Dirección General de Minería (DGM).
La DGM informó este jueves de que había advertido a los mineros sobre el riesgo de cavar galerías para conectar con pozos cerrados en esa zona.
Según indicaron a Efe fuentes del Cuerpo de Bomberos del municipio de El Valle, con frecuencia hay personas trabajando de manera ilegal para luego vender el ámbar.
En los dos últimos años, otros diez obreros, conocidos popularmente como “cazadores o buzos”, murieron en diferentes accidentes al quedar sepultados en minas de ámbar de esta localidad, considerada la “capital” del ámbar de República Dominicana. EFE