Por Karen Zraick
Los detalles de un conjunto de cables secretos provenientes de la inteligencia iraní fueron publicados simultáneamente el 18 de noviembre por The Intercept y The New York Times. Se trata de una filtración que expuso la vasta influencia de Irán en Irak, y detalla los esfuerzos minuciosos de los espías iraníes por cooptar a los líderes iraquíes y lograr infiltrarse en todos los aspectos de la vida política de ese país.
La filtración consta de aproximadamente 700 páginas de informes y cables escritos principalmente entre 2014 y 2015 por oficiales en Irak pertenecientes a una organización iraní similar a la CIA. Los documentos fueron enviados anónimamente a The Intercept, que los compartió con The Times.
Tanto The Intercept como The New York Times verificaron la autenticidad de los documentos, pero no saben quién los filtró. En mensajes cifrados, la fuente anónima dijo que él o ella quería “que el mundo supiera lo que Irán está haciendo en mi país, Irak”.
Aquí presentamos los puntos clave de esos documentos confidenciales.
LOS CABLES SE ESTÁN PUBLICANDO EN UN MOMENTO CRUCIAL PARA IRAK
Durante casi dos meses, el país se ha visto afectado por las peligrosas protestas antigubernamentales en Bagdad y en el sur del país dominado por los chiitas. Los manifestantes exigen el fin de la influencia iraní y la corrupción. Al menos 300 personas han sido asesinadas.
Al mismo tiempo, las tensiones se han incrementado entre Estados Unidos e Irán. El año pasado, el presidente Donald Trump se retiró del acuerdo nuclear con Irán y volvió a imponer sanciones. La Casa Blanca culpó a Irán por los ataques a las instalaciones petroleras sauditas, actualizó sus estrategias de guerra y apresuró el envío de buques al Golfo Pérsico.
El gobierno de Trump además dijo que tenía información de inteligencia que demostraba que Irán estaba preparando ataques contra los objetivos estadounidenses en Irak. Los funcionarios iraquíes están cada vez más preocupados por la posibilidad de que una provocación por parte de cualquier bando pueda desencadenar una guerra entre los poderosos países que compiten por el dominio de su tierra natal.
LA FILTRACIÓN REVELA CÓMO FUE QUE IRÁN LLEGÓ A DOMINAR LAS ESFERAS POLÍTICAS Y MILITARES DE IRAK
Muchos de los más altos funcionarios políticos, militares y de seguridad de Irak han tenido “relaciones especiales” y secretas con Irán, incluido el primer ministro Adil Abdul Mahdi. Desde hace tiempo, se sabe que los iraníes influyen en los líderes iraquíes, muchos de los cuales se aliaron con Irán cuando se convirtieron en exiliados que luchaban contra el régimen de Saddam Hussein, pero el carácter de sus relaciones pocas veces ha sido revelado en detalle. Esta filtración podría incrementar la presión sobre esos funcionarios, a medida que continúan las protestas.
Muchos de los archivos muestran que cuando altos diplomáticos estadounidenses se reunían en privado con sus homólogos iraquíes en Bagdad y Kurdistán, sus conversaciones eran transmitidas de manera rutinaria a los iraníes. Un destacado asesor político de un expresidente del Parlamento iraquí, por ejemplo, fue identificado como un colaborador de la inteligencia iraní.
Los funcionarios iraníes también cultivaron redes de informantes que habían trabajado para los estadounidenses. Después de la retirada de Estados Unidos de Irak en 2011, muchos de esos informantes quedaron desempleados y temían que se expusiera su trabajo como espías.
Un extrabajador de la CIA, conocido por el sobrenombre de “Donnie Brasco”, ofreció venderle a Irán las ubicaciones de las casas de seguridad de la agencia, detalles de armas y entrenamiento de vigilancia, así como los nombres de otros iraquíes que habían espiado para los estadounidenses.
LOS CABLES MUESTRAN UNA SUERTE DE BALANCE FINAL DE LA INVASIÓN ESTADOUNIDENSE DE IRAK
La noción de que, en pocas palabras, los estadounidenses entregaron el control del país a Irán goza de un amplio apoyo, incluso dentro del ejército de Estados Unidos.
Los cables muestran cómo Irán comenzó a incrementar su poder tras las caóticas secuelas de la invasión estadounidense de 2003. El gobierno iraní rápidamente trasladó a sus mejores agentes de inteligencia a Irak, buscando contrarrestar lo que consideraron era un ataque de Washington.
La invasión, valga decirlo, se convirtió en una ocupación. El ejército fue desmantelado y los funcionarios vinculados al régimen de Saddam fueron removidos de sus cargos, lo que empeoró las quejas en las comunidades sunitas. Conforme el país se sumergía en un conflicto sectario, las comunidades chiitas miraban a Irán como un protector.
LOS DOCUMENTOS TAMBIÉN PROPORCIONAN UNA VISIÓN INTERNA POCO COMÚN DEL RÉGIMEN IRANÍ
Los cables muestran cómo surgieron tensiones entre las unidades de inteligencia iraníes cuando el mayor general Qassem Soleimani, comandante de Al-Quds, la élite de la Guardia Revolucionaria de Irán, reclutó y movilizó a las milicias iraquíes para defender sus intereses.
En un momento determinado, los agentes del Ministerio de Inteligencia y Seguridad, la versión iraní de la CIA, temían que los triunfos de Irán en Irak no se estuvieran aprovechando porque los iraquíes le guardaban rencor a las milicias. Sobre todo, culparon a Soleimani y lo criticaron por publicar fotografías en las redes sociales para publicitar su papel en la campaña militar contra el Estado Islámico.
c. 2019 The New York Times Company