La razón por la que nunca debes tener sexo después de hacer ejercicio

Mucho debate ha generado el tema del sexo y del deporte desde hace ya varios años, sobretodo luego de que algunos entrenadores de fútbol prohíben a sus jugadores tener intimidad con sus parejas justamente días u horas antes de algún partido importante pues se creía que esta actividad podría restarles energía aunque varios estudios han demostrado todo lo contrario.

Pero, ¿qué tan bueno es tener sexo después de hacer ejercicio?

El doctor Jamin Brahmbhatt, MD, urólogo y experto en salud sexual de Orlando Health, en entrevista para la revista GQ indicó que, por cuestión física, no hay mejor momento para tener sexo que hacer ejercicio, ya que la sangre está fluyendo adecuadamente, las hormonas, en específico la adrenalina y dopamina, están aceleradas, lo cual aumenta el deseo sexual y la líbido, y además, las feromonas están liberadas a tal grado que las mujeres se sienten más atraídas por los hombres, esto también debido al aumento de testosterona.

Brahmbhatt asegura que si quieres experimentar de buen sexo debes practicarlo entre los 15 y 60 minutos luego de haber concluido tu rutina. Pese a ello, el doctor recomienda abstenerse a hacerlo.

¿Cuál es el motivo?

Aunque sí hay muchos beneficios, lo cierto es que el sudor junto con algunos gérmenes y bacterias con los que puedes entrar en contacto cuando vas a un gimnasio podrían provocar que desarrolles una enfermedad que ataca principalmente a los hombres.

Nos referimos a la llamada Tinea cruris, la cual es un problema de la piel que afecta la zona de la entrepierna y genital. Esta puede desarrollarse por culpa del sudor, así como por ropa o toallas que estén contaminadas. Se presenta como un sarpullido, mucha comenzón y manchar rojas que suelen tener forma de anillo y con pequeñas ampollas.

Es contagiosa y puedes pasársela a tu pareja fácilmente.

Así que el especialista recomienda lavarse las manos o bañarse y secarse con toallas limpias para evitar el desarrollo de este mal.

Fuente: La Opinión