Managua, EFE.- El influyente diario La Prensa, el más antiguo de Nicaragua, encendió nuevamente su rotativa y circuló este martes con un aumento en sus páginas tras la liberación del papel que el Gobierno del presidente Daniel Ortega mantuvo retenido por 500 días y que puso en peligro su versión impresa.
“Estábamos en ocho (páginas) y ahora en doce (páginas), pasando al papel periódico y usando la rotativa”, explicó a Efe el jefe de redacción del diario La Prensa, Eduardo Enríquez.
El papel y la tinta llegaron el pasado 7 de febrero a las instalaciones del Grupo Editorial La Prensa, donde funcionan los periódicos La Prensa y el Hoy, a bordo de camiones de carga, y fue recibido en el estacionamiento en medio de la emoción de sus directivos, periodistas, fotógrafos y trabajadores.
Las máquinas se echaron andar la noche de este lunes para imprimir, nuevamente, los dos periódicos después de cuatro meses cuando pararon la rotativa y pasaron a imprenta asfixiados por el bloqueo de papel que mantenía el Gobierno a ese influyente diario.
De acuerdo con Enríquez, tanto La Prensa y el Hoy tendrán un “crecimiento gradual” en el aumento de sus páginas, que a su vez determinará la cantidad de anuncios publicitarios.
“Estábamos limitados en la venta de anuncios. La recesión (económica) ha golpeado” al diario, señaló.
Sin embargo, agregó, ya se está trabajando en “diferentes planes” para regresar y activar la caída de la publicidad y revisar costos de operación para que también vuelva a circulación la edición impresa del suplemento satírico semanal “El Azote”.
El suplemento, muy popular entre sus lectores, dejó de salir en su versión impresa desde octubre pasado, después de casi 25 años.
PRENSA, VÍCTIMA DE LA CRISIS
Tanto La Prensa como el Hoy continúan trabajando con un cuarto del personal de redacción asfixiado por la recesión económica que están sufriendo los medios de comunicación en Nicaragua, a raíz de la crisis social, política y económica en la que está inmerso el país desde abril de 2018.
El Gobierno de Ortega, a través de la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA), empezó a bloquear las materias primas a La Prensa, fundado el 2 de marzo de 1926, desde septiembre de 2018, cinco meses después que estallara esa crisis sociopolítica.
El Gobierno de Ortega cedió a la entrega de la materia prima a Editorial La Prensa por las gestiones del nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Sommertag, luego que ese grupo denunciara al Ejecutivo por la “asfixia económica” a la que estaba sometiendo a los diarios La Prensa y Hoy.
El presidente de Editorial La Prensa, Jaime Chamorro, ha considerado que es la peor crisis que ha sufrido La Prensa en sus casi 94 años de historia, teniendo que despedir más del 70 % de sus periodistas.
El Nuevo Diario, el segundo más antiguo de Nicaragua, así como el rotativo Metro y el medio digital Maje, todos propiedad de ND Medios, del grupo financiero nicaragüense Promerica, dejaron de circular desde finales de septiembre pasado a causa de las presiones económicas del Gobierno.
La retención de papel también hizo desaparecer de las calles al periódico popular Q’Hubo, que también pertenecía a ND Medios, desde diciembre de 2018.
El Gobierno sostiene que el cierre de los periódicos obedece a razones administrativas, económicas y de credibilidad, más que a la retención del papel de prensa.