A principio de marzo yo estaba en Santo Domingo y no había mucha bulla sobre el asunto del virus, el día 25 de febrero fui a Estados Unidos a hacer un curso, de ahí me dirigí a Barcelona y una vez llegamos se estaba difundiendo la noticia del coronavirus, que estaba teniendo incidencia en esa ciudad.
Estuvimos una semana en Barcelona, pero la idea era durar dos, pero ante el anuncio de que cerrarían los aeropuertos decidimos regresar luego de estar una semana allá.
Al estar ya aquí en el país, mi esposo empezó a sentir los síntomas de la enfermedad el día 13 de marzo.
Quiero destacar que ante todo esto, hemos guardado las medidas de seguridad para evitar que otras personas se contagien por el COVID-19.
Así como están las personas despreocupadas en estos días, nosotros nunca pensamos que podíamos ser contagiados, porque estábamos tranquilos, cómo muchos están hoy día.
Reconocemos que en nuestra estadía en Barcelona no guardamos las medidas de seguridad, por lo que nos desplazamos por la ciudad de camino al aeropuerto sin la más mínimas protección.
En el avión que vinimos, habían varias personas contagiada, por lo que atribuimos que ahí fue donde nos contagiados.
La noche del día de las elecciones empecé a sentir los síntomas, de lo que llamó visita inesperada para quitarle poder ese tema del coronavirus.
Al día siguiente me sentía con el cuerpo cortado, por lo que comencé a tomar los medicamentos naturales, que podíamos tener a mano.
Dicho sea de paso, quiero recomendarles que tengan cuidado con los remedios naturales, ya que yo le dí un té a mi esposo que le subió la presión, por lo que se se vio en una situación delicada.
Realmente el país no estaba preparado con la logística necesaria para hacer frente a una pandemia como esta, por lo que a nosotros se nos dificultó llevar a mi esposo a un centro médico.
Nos fue bien difícil recibir atenciones médicas, ya que las clínicas no estaban recibiendo personas sospechosas del coronavirus, pero vía telefónica nos dieron asistencia.
Luego nos recibieron en un centro médico de unos amigos nuestros, donde nos confirmaron que teníamos la enfermedad, momento en que el mundo se me fue encima, pero seguimos adelante y con una actitud positiva fuimos pudiendo enfrentar ese momento tan difícil.
Tome la decisión de que no tenía otra opción que seguir adelante, enfrentando este proceso que llegó a mi vida, lo cual también exhortó a las personas a tener la fe de que todo va a salir bien, de que somos más fuertes que la enfermedad.
RSA