El empresario Pablo Cabrera, presidente de la empresa La Z, distribuidora de alimentos y proveedora del Estado, fue quien realizó la denuncia de irregularidades en la contratación de compras por RD$100.0 millones por parte del Instituto Nacional de Atención a la Primera Infancia (Inaipi), cuya investigación destapó la “Caja de Pandora”, que dio al traste con un barrido en esa institución.
Cabrera participó junto a otros tres empresarios en la licitación para la compra de 40 mil kits alimenticios por la emergencia desatada por el coronavirus.
De acuerdo a la denuncia de Cabrera, los kits de comida contratados por el INAIPI a dos mil 500 pesos cada uno, “pero que con RD$600 se hacía el kit”.
Reveló que la licitación por RD$100 millones fue publicada a las 6;00 de la tarde del 31 de marzo y cerrada al día siguiente a las 9:00 de la mañana, por lo que acudió antes del cierre a depositar los documentos.
Explicó que, tras comunicarse con los demás participantes de la licitación, a ninguno se le había informado su participación, a pesar de que ya los kits se estaban repartiendo, y que “se lo habían entregado a una empresa que no participó”.
Esto motivó que el presidente Danilo Medina designara una comisión investigadora que comprobó las irregularidades y los resultados fueron: la renuncia de la directora del INAIPI, Berlinesa Franco y la destitución de Juan López, subdirector general de Gestión Institucional; Ramona Hernández, directora Administrativa y Financiera; Alberto José Patxot, director de Planificación y Desarrollo; Stefany Severino Cuello, encargada del Departamento Jurídico, y Clementina Pieter, responsable de acceso a la información pública de esa entidad.
Además: Ricardo José Guzmán Domínguez y Mayra Martínez de la Rosa, director de Operaciones, y encargada del Departamento de Compras, respectivamente.
El caso será puesto ahora en manos del Ministerio Público para fines de establecer responsabilidades.