Investigadores de la Universidad de Concordia en Montreal aseguran que tomar una siesta después del ejercicio previene la demencia.
Luego de analizar el caso de 115 voluntarios sanos, descubrieron que aquellos que descansaban un poco luego de hacer actividad física tenían mejores resultados en las pruebas de memoria que les realizaron.
Neil Stanley, experto en sueño y autor del estudio, cree que los productos químicos producidos durante el ejercicio aumentan la memoria al regular la salud de las nuevas células cerebrales, reseñó Semana.
Y después, al dormir, el sueño mejora el flujo de información entre diferentes partes del cerebro al fortalecer las conexiones entre esas células.
La investigación sugiere que el hábito podría disminuir el riesgo de alzhéimer.
Fuente: Globovisión