El cierre y la interrupción de la actividad económica, de escuelas, las restricciones de viaje y otras medidas de contención tomadas por el COVID-19, han tenido repercusiones repentinas y drásticas en los trabajadores y las empresas.
Según las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo, en las últimas semanas el 81% de la fuerza de trabajo mundial vive en países donde se ha ordenado o recomendado el cierre de los lugares de trabajo.
En Estados Unidos y España, las dos naciones desde donde República Dominicana recibe más del 85 % de sus remesas, los desempleados están en ascenso desde marzo.
Estados Unidos maneja una cifra de 3.5 millones de parados, mientras que España ha reportado la pérdida de 898,822 posiciones de trabajo, dejando el total de desempleados en 18.4 millones.
En República Dominicana, hasta el pasado lunes, El COVID-19 ha provocado la suspensión del empleo a más de 797,691 asalariados.
En el primer llamado a cuarentena, de inmediato, empleados de empresas de los sectores que se vieron obligados a detener su actividad y para quienes el teletrabajo es imposible, iniciaron protestas o enviaron comunicados para denunciar que los enviaban a sus casa sin las prestaciones que les corresponden por derecho. Entre ellos, empleados del Hard Rock Hotel y Casino que denunciaron que mandaron a más de 3,000 empleados para la casa sin un peso, o como los de Ferretería Americana que denunciaron el no pago de sus salarios.
Peor aún les fue a los empleados del Hotel Majestic de Bávaro, que debieron ser disipados por efectivos policiales.
La vicepresidenta de la ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, Circe Almánzar, explicó que causas de fuerza mayor obligan a las empresas realizar estas suspensiones, debido a que no están en operatividad.
También se refirió el funcionamiento logístico del programa gubernamental Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE), del cual tiene una valoración positiva.
El programa FASE fue creado para garantizar una entrada monetaria a empleados suspendidos y para que las empresas no se vieran forzadas a realizar despidos masivos.
Fue creado por el presidente Danilo Medina, mediante el decreto 143-20, fondo que funcionará desde el 1ro de abril hasta final de mayo. Un programa al que en su FASE 1, se han intentado acoger un total de 79,087 empresas, pero que solo han sido aprobadas 49,088, y que ayudaría de manera transitoria a los trabajadores formales del sector privado, con una transferencia bancaria directa a cada trabajador, que puede llegar hasta los RD$8,500 pesos mensuales, más lo que el empleador esté dispuesto a aportar como un completivo del sueldo.
El economista Henri Hebrard explica que el sector turístico es uno de los más golpeados por la pandemia.
La mayoría de dominicanos ha tenido que aceptar una reducción considerable de su salario, acogiéndose a una suma que está por debajo del precio de la canasta más básica, que ronda los 14 mil pesos.
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