Por Ernesto Rodríguez
Dicen que el dominicano se adapta a cualquier ambiente, situación o necesidad y esto no ha sido la excepción durante la pandemia del coronavirus, donde al salir a las calles se observa a miles de personas adaptar su estilo de vida a la situación actual.
La “covidianidad”, fue definida por el presidente Danilo Medina como la manera de convivir de forma segura con el coronavirus.
Desde antes del mandatario usar este término durante el discurso ofrecido a la nación, ya se observaba en la rutina diaria, al dominicano hacer sus diligencias en bancos, supermercados o cualquier otro lugar de manera normal, aunque utilizaran las medidas preventivas de lugar.
Otros realizan oficios como lavar autos en vías públicas, jugar dominó, recreare en el Malecón de Santo Domingo, tomar bebidas alcohólicas en barrios y otros.
Uno de los principales retos que han tenido las autoridades es mantener a las personas en sus casa, y es que a pesar de campañas y publicidad sobre “Quédate en casa”, muchos ignoraron estos consejos, algunos por necesidad, otros por imprudencia y otros hastiados por el coronavirus.
Las primeras semanas de confinamiento y toque de queda fueron traumáticos para miles de personas que acostumbran a disfrutar de la vida social y el compartir entre amigos, más de 50 mil personas han sido apresadas por no respetar las medidas de las autoridades.
A pesar de que las muertes y contagios no se han detenido, 434 defunciones en el último boletín y más de 12 mil infectados, el presidente Medina decidió hacer una desescalada de manera gradual, luego de realizar reuniones con diversos sectores empresariales, sindicales y religiosos en busca de movilizar un poco la ya afectada economía del país.
En las últimas tres semanas se observa a las personas acudir a parques, montar bicicletas y sobre todo, el transito se ve volver a su normalidad, con los tapones en las principales avenidas.
Algunos comerciantes se han arriesgado a abrir sus negocios y atender clientes de manera clandestina para poder subsistir.
Otros han tenido que buscar mecanismos diversos para sobrevivir, tras la suspensión demás un millón de trabajadores de sus puestos de empleos, afectados por las medidas que tuvieron que tomarse por la pandemia.
Lo cierto es que tras el anuncio del presidente Medina, muchos se alegran, pero otros lo vieron como normal ya que llevaban su estilo de vida acostumbrado aunque de manera limitada.
