PROTESTA CON DISTANCIA SOCIAL
Para no violar la cuarentena, los manifestantes se organizaron en filas, con máscaras y manteniendo el metro de distancia social, con carteles que clamaban “Activismo no es terrorismo”, “Fuera Duterte” o “Disentir no es crimen”, en repudio a la ley antiterrorista ya aprobada en el Congreso y que solo requiere la firma del mandatario.
“Es una ley represiva que busca silenciar el activismo político y a todo crítico con la Administración”, lamentó Batara, quien opina que el “momento de protestar es ahora”, en vez de esperar a que expire el mandato de Duterte en 2022, para dejar claro a futuros candidatos que “los filipinos seguiremos luchando contra toda forma de tiranía para defender nuestra democracia”.
La ley amplía el rango de delitos imputables como terrorismo, tales como “amenaza o incitación a cometer actos terroristas”, punibles con 12 años de prisión, una provisión que según expertos legales busca castigar el disenso, ya que podría catalogarse como terrorismo cualquier protesta contra el gobierno.
La norma también extiende hasta 24 días -desde los 3 actuales- el tiempo que un sospechoso de terrorismo puede estar detenido; crea un comité formado por agentes de la ley para emitir ordenes de arresto por terrorismo, en vez de un tribunal; y da vía libre al espionaje y acceso a la datos privados de cualquier sospechoso.
Partidos de la oposición, abogados, activistas y organizaciones de derechos humanos han puesto el grito en el cielo por esa ley, que según varios juristas sobrepasa los límites de la Constitución.
“GRAN MAÑANITA”
La manifestación se bautizó como “Gran Mañanita”, término de herencia hispano-mexicana que se usa en Filipinas para referirse a una fiesta de cumpleaños matutina, ya que hoy se conmemora el 122 aniversario de la independencia del país de la colonia española.
Pero con ironía también aludía a una polémica que sacudió hace unas semanas al jefe de la policía de Manila, el general Debold Sinas, quien organizó una fiesta multitudinaria por su cumpleaños el pasado 8 de mayo, cuando la capital estaba en estricto confinamiento y no se permitían las reuniones sociales, y publicó fotos en las redes.
Por eso, muchos manifestantes protestaron con gorros, globos, tartas y ramos de flores, para denunciar con cierta sorna el “doble rasero” de la ley en Filipinas, ya que Sinas no ha sido sancionado -incluso Duterte lo defendió-, mientras unos 190.000 filipinos han sido arrestados o amonestados por saltarse el confinamiento, de los que casi 2.900 están aún en prisión.
La detención durante una semana de seis conductores de jeepneys -un transporte colectivo muy popular y barato en Filipinas vetado durante la pandemia- por reclamar en una pequeña protesta ayuda del gobierno pare sobrevivir ha causado gran indignación popular.
Como la de un vendedor de pescado que se saltó la cuarentena para poder ganar algo de dinero, quien estuvo arrestado durante doce días sin que su familia supiera su paradero.
MILITARIZACIÓN FRENTE A LA COVID-19
“Duterte ha respondido a la pandemia de forma errática. El sistema de salud ha colapsado y siguen los contagios. No ha priorizado el bienestar ni la seguridad de la gente”, indicó Christine Lopez, de 24 años.
“Si la nueva normalidad es gente muriendo, desempleada o más pobre, definitivamente no queremos eso. Por eso hoy, día de la independencia, queremos reivindicar nuestra libertad”, añadió.
El mandatario optó por militarizar la respuesta al COVID-19 e impuso una de las cuarentenas más estrictas y largas del mundo, que no ha logrado frenar los contagios; mientras ahonda la erosión de derechos. Para muchos, la ley antiterrorista es la última pieza para instaurar un estado marcial de facto sin garantías democráticas.
“Duterte es el principal terrorista y traidor del país. Se ha vendido a poderes extranjeros y usa el estado del terror para acallar a los filipinos”, criticó el portavoz de la asociación estudiantil “Jóvenes Contra la Tiranía”, Raoul Manuel.
En un mensaje televisado con motivo del Día de la Independencia, Duterte instó a los filipinos a “luchar unidos contra la COVID-19” y demostrar “la misma valentía y nobleza” que los que los héroes que lucharon por la independencia del país.