La Fiscalía General de EEUU ha anunciado la renuncia de Geoffrey Berman, pero él afirma que se le ha apartado tras sus investigaciones sobre las sombras en el entorno del presidente Donald Trump
El Gobierno de Estados Unidos ha despedido este viernes por la noche al fiscal federal en Manhattan, Geoffrey Berman, un poderoso funcionario que ha investigado al entorno del presidente, Donald Trump.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, ha anunciado en un comunicado que Berman renunciaba a su cargo y que el presidente nombraba en su lugar al actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, según sus siglas en inglés), Jay Clayton, que no tiene experiencia previa como fiscal.
Berman, sin embargo, niega haber renunciado y denuncia haberse enterado por el comunicado de que estaba siendo despedido. “No he renunciado y no tengo intención de renunciar”, ha afirmado el fiscal en otro comunicado.
Según The New York Times, ambos mantuvieron una reunión este viernes en Nueva York y Barr le despidió después de que Berman se negase a renunciar.
INTERVENCIONES A NIVEL FEDERAL
Berman, que es republicano, es el fiscal que lideró el caso contra Michael Cohen, un ex abogado de Trump que colaboró con la Justicia y que fue condenado a cárcel por diversos delitos económicos.
Además de Cohen, Berman también ha investigado al ex alcalde de Nueva York y ahora abogado de Trump, Rudy Giulliani, así como al entramado empresarial del mandatario y su campaña presidencial.
De acuerdo al Times, la Fiscalía de Manhattan (oficialmente del Distrito Sur de Nueva York), es quizás la más prestigiosa del país y tiene una tradición de independencia respecto a los gobiernos de uno y otro color.
El despido de Berman llega días después de las revelaciones que el ex asesor de seguridad nacional John Bolton ha hecho en su libro sobre Trump, entre ellas su voluntad de intervenir en varias investigaciones a nivel federal.
Una de ellas la lideraba Berman e implicaba a una empresa turca por violar las sanciones estadounidenses a Irán, una investigación que Trump prometió al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, “solucionar”.
“Trump entonces dijo a Erdogan que se encargaría de eso, explicando que los fiscales del Distrito Sur no eran su gente, sino la gente de (Barack) Obama, un problema que se solucionaría cuando fueran reemplazados por su gente”, escribe Bolton.