Perú, el quinto país del mundo y el segundo de Latinoamérica con más casos confirmados de COVID-19, superó este lunes los 330.000 contagios acumulados, lo que significa que el 1 % de su población está oficialmente infectada con el coronavirus, que ya se ha cobrado la vida de más de 12.000 personas en el país.
Con cerca de 33 millones de habitantes, un total de 330.123 personas han resultado contagiadas con el virus SARS-CoV-2 hasta este lunes, tras sumar 3.797 nuevos casos en el último día, según el último reporte de la pandemia en el país ofrecido por el Ministerio de Salud de Perú.
Durante el domingo, una de cada cinco pruebas procesadas por la sanidad pública peruana salió positiva, una tasa equivalente al 20 % que está por encima del promedio de las tres semanas anteriores del 17 %, lo que puede deberse a que en 18 de las 25 regiones del país ya no están en cuarentena desde el 1 de julio.
Este ligero incremento se da a apenas dos días de que el 15 de julio se reinicie el transporte regular de pasajeros entre las regiones desconfinadas, donde estaba llevaba suspendido desde mediados de marzo.
Los fallecidos con el coronavirus como causa confirmada de la muerte se elevaron a los 12.054 al registrar 157 nuevos decesos en las últimas 24 horas.
CASOS ACTIVOS SIGUEN A LA BAJA
A pesar del incremento la tasa de positivos, el número de casos activos de COVID-19 en Perú volvió a bajar una jornada más y se situó en 97.061, gracias a las cerca de 4.000 nuevas altas epidemiológicas que se dieron en el último día.
En total ya son 221.008 personas que han logrado superar al virus, lo que supone más del 67 % del total de afectados desde que el 6 de marzo se detectó el primero contagiado en Perú.
De los contagios activos hay 11.897 pacientes hospitalizados, y de ellos 1.314 se encuentra en estado grave conectados a ventiladores mecánicos dentro de unidades de cuidados intensivos.
La emergencia se centra ahora en el segundo grupo de regiones donde el virus llegó más tarde y que actualmente viven los momentos más críticos, como es el caso de la amazónica región de San Martín, en el norte del país.
MISIÓN DE MÉDICOS SIN FRONTERAS
A Tarapoto, capital de San Martín, llegaron este lunes desde España diez voluntarios de la organización Médicos Sin Fronteras que reforzarán al personal del Hospital II de esta calurosa ciudad en las áreas de emergencias, cuidados intermedios y cuidados intensivos.
También está previsto que apoyen al Hospital de Tocache, otra de las ciudades más importantes de San Martín, a donde este lunes llegó desde Lima un equipo de medicina intensiva del Ministerio de Salud y seis ventiladores mecánicos para ampliar la capacidad de atención de ese selvático nosocomio.
“La intención es apoyar a esta región afectada. En España y parte de Europa pasó lo mismo. Tuvimos hospitales desbordados y con lo aprendido allá, queremos ayudar acá”, explicó en un comunicado el coordinador de Médicos Sin Fronteras en Perú, Nicholas Papachrysostomou.
Luego los voluntarios españoles de Médicos Sin Fronteras también se trasladarán a las regiones vecinas de Loreto y Ucayali, las más extensas de la Amazonía peruana, donde el virus ya está remitiendo tras haber experimentado el momento álgido entre mayo y junio.
VIRUS ENTRA A RESERVA INDÍGENA
La alarma también saltó este fin de semana en una de las cinco reservas de la Amazonía peruana para indígenas no contactados, donde se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en nativos que habitan dentro de esta área protegida de selva para poblaciones indígenas que desean vivir sin contacto con la sociedad contemporánea.
Allí llegó este lunes una brigada especial enviada por el Ministerio de Cultura para hacer pruebas rápidas tras advertirse que varios nativos presentan síntomas en Santa Rosa de Serjalí, el principal asentamiento de la etnia nahua, ubicado dentro de la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKNN).
Pese a que no hay ningún caso grave de momento, se trata de una población muy vulnerable que a mediados de los años 80 perdió a aproximadamente a la mitad de sus miembros por infecciones respiratorias y que ahora el 80 % de sus integrantes está contaminado con mercurio, con niveles excesivos en sus organismos.
Mientras era atendida esta población considerada en contacto inicial por mantener relaciones sostenidas con la sociedad desde hace unos 30 años, varias protestas acontecieron en distintas ciudades de la Amazonía para denunciar la desatención del Estado hacia las poblaciones nativas desde el inicio de la pandemia.
Fuente: EFE