Por Escarlin Pozo
La lucha por el rescate del río Pontón, en La Vega, continúa latente entre sus moradores. El fuerte hedor y el color grisáceo, debido a las aguas residuales que allí se vierten, permanece caracterizando este río, ubicado en la comunidad de Pontón de esta provincia.
Las quejas permanecen desde hace varios años sin haber obtenido ninguna intervención. Mientras tanto, los moradores que habitan a la orilla de este río pagan el precio de lo que significa una contaminación ambiental.
Los niños han sido los más afectados de esta comunidad, según indicó José Santos, quien es residente de esta localidad, ubicada en la región Cibao.
“Tenemos niños que se nos enferman con el mal hedor. Se les enferman los pulmones y tenemos que salir a cada rato hacia los hospitales”, sostuvo.
Moradores denunciaron que esta problemática se debe al vertido de aguas residuales de varios residenciales que se han construido en la zona al pasar de los años.
A pesar de los llamados que han realizado al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales permanecen sin obtener respuestas.
Santos dijo que anteriormente este río era utilizado como balneario por los habitantes, para fines creativos, sin embargo, en la actualidad, ya no se le puede dar ese uso.
Asimismo, agregó que las familias utilizaban el agua para realizar los quehaceres del hogar, lo que representa un impacto dentro del desarrollo de la comunidad.
Los reclamantes reflexionaron sobre la concienciación del cuidado del medio ambiente, ante la escasez de agua que se vive a nivel mundial, por lo que exigen la intervención por parte de las autoridades pertinentes.
En una conversación con el reportero Miguel Valdez, advirtieron que si las autoridades no responden se convertirán en guardianes del río y tomarán las medidas necesarias para protegerlo.