El Clarín .- Los 23 años de vida del atleta y activista canadiense, Terry Fox le bastaron para dejar una huella imborrable en el deporte donde imprimió un mensaje esperanzador, muy valorado hoy por Google que lo recuerda con un Doodle diseñado en su memoria.
Terry Fox marcó una época a partir de su historia de superación, de lucha personal y de ayuda solidaria a quienes lo necesitaron a través de una de sus pasiones: el deporte.
Fox nació en 1958 en Canadá y con sólo 18 años le diagnosticaron osteosarcoma, un tipo cáncer de huesos que le hizo perder la pierna derecha, que suele comenzar atacando la rodilla y se propaga con gran velocidad en todo el cuerpo. La carrera Terry Fox en La Habana. La carrera de lucha contra el cáncer se realiza regularmente en La Habana.
El canadiense fue jugador de básquet durante su época de estudiante, siguió jugando en silla de ruedas y ganó, incluso, tres campeonatos nacionales. Se ayudó por una pierna ortopédica con la que comenzó a correr con el fin de recaudar fondos para la investigación del cáncer.
De hecho, viendo que el tiempo de vida se le iba consumiendo, Fox corrió una maratón diaria durante más de cuatro meses. Creo lo que fue denominado: la Maratón de la Esperanza, a través de Canadá, para generar conciencia en combatir al cáncer.
Esta idea de correr comenzó durante sus meses de quimioterapia, cuando Fox fue testigo del sufrimiento de muchos otros afectados, algo que lo conmovió hasta la necesidad de plantearse cómo colaborar con ellos.
Uno de los artículos que leyó y lo marcó fue acerca de Dick Traum, un amputado que había dirigido el maratón de Nueva York. La experiencia de Traum lo inspiró para promover el proyecto que le convertiría en uno de los canadienses más famosos del siglo XX: La Maratón de la esperanza.
“La maratón de la esperanza”
Fox se propuso cruzar Canadá corriendo de este a oeste y comenzó a entrenar para cumplir ese objetivo en 1979. Usó una pierna protésica adaptada para correr, y comenzó participando en la maratón de Prince George, en Columbia Británica.
Cuando comenzó su Maratón de la Esperanza en abril de 1980, había registrado más de 5.000 km en entrenamientos, y había contado con el apoyo de la Sociedad Canadiense del Cáncer y compañías como Ford Motor Company, Imperial Oil y Adidas.
El recorrido comenzó en Terranova, en la costa del Océano Atlántico y se propuso llegar hasta Victoria, que linda con el Pacífico para realizar un total de 8 mil kilómetros. Sin embargo, cuatro meses después del inicio, tuvo que frenar en Thunder Bay, Ontario. La causa: el cáncer había invadido sus pulmones.
Menos de un mes después Terry Fox murió, pero su legado continuó hasta el presente. Desde su fallecimiento, en 1981, la “carrera Terry Fox” se realiza todos los años, y es valorada por sus características solidarias, ya que todas las ganancias generadas se aportan a la lucha contra el cáncer en todo el mundo.
FUENTE: El Clarín