Amnistía Internacional denunció a las autoridades francesas por utilizar la ley para llevar a cabo una “represión draconiana” contra manifestantes.
Las autoridades francesas han recurrido a “leyes demasiado amplias para detener y procesar a miles de manifestantes que no cometieron actos violentos”, dijo la ONG en un informe.
Y aunque no defendió las acciones de los manifestantes que sí cometen actos de violencia, el grupo de derechos humanos dijo que muchos han sido multados, arrestados y procesados, algunos por el solo hecho de llevar gafas protectoras en una protesta.
El ministerio de Justicia dijo a la AFP que sólo haría comentarios después de leer el informe completo de 63 páginas.
Según Amnistía, más de 40.000 personas, entre ellas manifestantes, fueron condenadas “sobre la base de leyes vagas” en 2018 y 2019 por delitos que incluyen “desacato a funcionarios públicos”, “participación en un grupo con el fin de cometer actos violentos” y “organizar una protesta sin cumplir con los requisitos de notificación”.
Entre abril y octubre de 2019, 210 personas fueron detenidas en virtud de una nueva prohibición de llevar cubiertas las caras a las protestas, lo que muchos hacen para protegerse de los gases lacrimógenos de la policía.
El delito se castiga con una multa de hasta 15.000 euros (17.400 dólares) y una pena de prisión de hasta un año, y en 2019 se dictaron 41 condenas.
“Participar en una protesta en Francia hoy en día conlleva el riesgo de exponerse a gases lacrimógenos, balas de goma y otras armas peligrosas; recibir una multa; pasar un día o dos en detención preventiva; y enfrentarse a cargos penales sin haber cometido actos violentos”, dice el informe que incluye numerosos relatos de primera mano.
Fuente: AFP