Los abogados designados por el Tribunal de Distrito Sur de California continúan esperanzados en contactar a los padres de 545 niños que fueron separados por las autoridades migratorias entre los meses de julio de 2017 y junio de 2018, cuando entraron de manera irregular a Estados Unidos por la frontera con México.
En declaraciones a la Voz de América atribuidas a Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), recalcó que mantienen el compromiso de lograr dar con el paradero de los padres.
“No dejaremos de buscar a las familias hasta que encontremos a la última, no importa cuánto tiempo lleve”, aseguró Gelernt.
El directivo de ACLU acusó a la actual administración estadounidense de la disolución de estas familias.
“La horrible práctica del presidente [Donald] Trump de apartar a los niños pequeños de sus padres es una de las mayores manchas en esta administración. Estas familias deben reunirse y la administración debe rendir cuentas. Estos son niños que han estado separados durante años, algunos de los cuales eran solo bebés cuando fueron separados de sus padres”, concluyó.
Las dificultades
La ACLU facilitó a la VOA un informe de quince páginas que contiene el reporte conjunto de los abogados demandantes y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas sobre el caso. El reporte fue solicitado por la Corte para que fuera presentado el martes 20 de octubre.
El resumen señala que el Comité Directivo ha intentado contactar a las familias de 1.030 niños, “y ha llegado con éxito a los padres (o sus abogados) de 485 niños”, lo que significa “un aumento de 47 niños desde el último estado del reporte”.
Sin embargo, notifica que “quedan 545 niños de los que el Comité Directivo no ha llegado todavía al padre separado”, y apunta que esto significa “aproximadamente dos tercios (66%) de los cuales se cree -sobre la base de la última información disponible del gobierno- que estén en sus respectivos países de origen”.
También el Comité Directivo de la ACLU indica que “los esfuerzos adicionales para localizar a los padres separados se han visto obstaculizados desde marzo de este año debido a la COVID-19”.
En julio pasado la administración Trump declinó deportar a 17 niños detenidos en un hotel en Houston, Texas, debido a la crisis que ha provocado la pandemia de COVID-19.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) dijo a la VOA en un correo electrónico que tales preocupaciones ya han sido esclarecidas anteriormente.
“En el litigio actual, por ejemplo, de los padres de 485 niños con los que el abogado de los demandantes ha podido contactar, todavía tienen que identificar una sola familia que quiera que su hijo se reúna con ellos en su país de origen”, aseguró Chase Jennings, portavoz del DHS.
El funcionario fue más allá y dijo que “después de que se estableció contacto con los padres para reunirlos con sus hijos, muchos padres se han negado” a recibir a los menores.
El DHS asegura que ha tomado todas las medidas necesarias “para facilitar la reunificación de estas familias donde los padres querían que ocurriera”. Jennings explicó que “el proceso de reunificación es un enfoque de todo el gobierno” que involucra a agencias como la Patrulla Fronteriza, Inmigración y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
La Corte ha programado una audiencia para el jueves 22 de octubre, a fin de discutir el estado de los esfuerzos de reunificación.
Fuente: VOA