Este jueves, Ernestina Godoy, Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, informó que la Fiscalía de Delitos Sexuales consiguió llevar ante un juez 40 casos de delitos sexuales para obtener órdenes de aprehensión. De estas se llevaron a cabo 18 detenciones de personas acusadas de violación.
Una de las personas aprehendidas fue Joel “N”, quien es uno de los presuntos atacantes de Michelle Córdova. A ella la intentaron asesinar, además de que la violaron entre dos hombres el 2 de marzo de 2018.
Córdova reconoció a uno de sus atacantes y a pesar de que fue a denunciar, un juez decidió dejarlo en libertad.
“El caso de una mujer de 37 año que fue víctima de violación y tentativa de feminicidio en 2018. Por si no fuera poco, al acudir a nuestra institución encontró insensibilidad y negligencia. El imputado recibió una sentencia absolutoria a todas luces injusta”, dijo Gody a través de un video en su cuenta de Twitter.
Pero, a más de dos años y medio del ataque, la fiscal anunció que por fin logró ordenar una orden de aprehensión en contra de Joel, además de una sentencia, para que el caso se esclarezca y el imputado responda ante la ley.
“Por instrucciones mías y gracias a la nueva mentalidad, y al trabajo de nuestros fiscales, hace unas semanas se ordenó al tribunal de enjuiciamiento, dictar sentencia condenatoria. El día de ayer la policía de investigación, localizó y dio cumplimiento a la orden de aprehensión en contra de la persona imputada por la agresión a esta joven. Con esto, estamos abriendo la puerta de la justicia para que este caso no quede impune”, informó.
Sin justicia por más de dos años
En marzo de 2019, un año después de su ataque, la mujer narró lo que le había sucedido dentro de una entrevista con Francisco Zea. Córdova narró el calvario que sufrió durante este, y también después de hacer la denuncia a las autoridades correspondientes.
“Fui atacada de manera violenta por dos sujetos en el interior de mi domicilio. Cuando llegue estas dos personas estaban ya esperándome. Su intención no era robar, robar absolutamente nada. Mientras ellos me infligían heridas múltiples, me decían que no querían mi dinero, que lo que querían era verme sufrir”, comenzó Córdova.
La mujer explicó que dentro de las muchas heridas que le ocasionaron, una es de 14 centímetros y le atraviesa el cuello de lado a lado. Además de contar con heridas en los brazos, piernas y tórax.
Córdova también fue violada, y ella recordó que aguantó la respiración para que los hombres pensaran que estaba muerta. Y fue de esa forma que los hombres la dejaron de lastimar. Tras la agresión, ella fue trasladada a un hospital en donde solamente le daban unas horas de vida.
“No me daban más de seis horas de vida, tuve una reconstrucción de tráquea, neumotórax, estaba en coma inducido, tenía ventilación artificial y tenía sondas endopleurales para drenar la sangre que había entrado en mis pulmones”, comentó Córdova.
A pesar del sufrimiento que vivió, Córdova logró reconocer a uno de sus agresores: era su primo.
“Ellos me toman una fotografía con mi propio celular para, me imagino, constatar a quien los haya mandado, que en efecto me habían matado o herido. Al manipular el teléfono, prenden la luz y se enciende el flash. Yo veo la cara de ambos sujetos”, narró.
Córdova entonces hizo una denuncia, la cual fue ignorada. Ella entonces decidió llevar su historia a los medios, acción que hizo que las autoridades le prestaran atención a su caso.
“En cuestión de tres días lo detienen. Cuando me habían dicho que esto era imposible de hacer”, se quejó. la mujer.
El proceso entonces se prolongó durante un año, pero durante el primer día de audiencia una de las genetistas le dijo que era imposible de identificar a su primo como su agresor. Esto porque la prueba de ADN que se le practicó a los fluidos, se encontraron dos perfiles genéticos. Fue así como se enteró que fue violada por ambos sujetos.
“Viene la última audiencia y lo declaran inocente, aún cuando él enfrenta ya un cargo por robo con violencia. Yo quiero preguntarles directamente a los jueces: al maestro Luis Ruben Escobedo Blanco, al maestro Francisco Salazar Silva y a la maestra Luz Elelna López Padilla. ¿Por qué dejaron libre a mi agresor? ¿Por qué a pesar de todas mis heridas que son visibles? ¿Por qué a pesar de todo el dolor y de todos los diagnósticos médicos y todo, lo deja en libertad?”, cuestionó el año pasado.
En la misma entrevista, la mujer se declaró muy enojada, pues cumplió el proceso y de denuncia y espero que su caso fuera atendido como dictaban las leyes. No obstante, dejaron en libertad al presunto agresor y este continuó acechando a ella y a su familia.
“Desde un principio yo solicité el código águila y nunca se activó. Volví a hablar con la procuradora Ernestina Godoy directamente, y no ha sucedido nada”, declaró la mujer en ese entonces.
Córdova también comentó que apelaron a la decisión de los jueces, pero le informaron que no había ningún tipo de garantía que se revocara la sentencia.
A un año después de la queja y dos del ataque, los cambios por fin se dieron directamente por parte de la fiscal, y el hombre se encuentra detenido. Infobae